ENTREVISTA: ALÍ SALEM TAMEK Líder independentista
"No podemos tomar en serio el proyecto marroquí"
Ambos son saharauis, pero defienden ideas opuestas. Jali Jenna Uld Errachid, de 55 años, acaba de ser nombrado por el rey Mohamed VI de Marruecos jefe del Consejo Real Consultivo para Asuntos Saharianos (Corcas), encargado de perfilar una autonomía para el Sáhara Occidental. Pidió al monarca el indulto de Alí Salem Tamek, de 33 años, y de los demás independentistas saharauis.
I. C. -
Madrid
EL PAÍS - Internacional - 05-05-2006
"En el territorio mucha gente cree que sólo con la lucha armada lograremos que se nos deje decidir en libertad"
Pregunta.
¿Cómo ha sido esta última experiencia
carcelaria?
Respuesta. Diferente de las cuatro anteriores. Cumplí parte de
la condena [de 10 meses] en compañía de otros
defensores saharauis de derechos humanos. Protestamos juntos por
nuestras condiciones de encarcelamiento. Hicimos una huelga de hambre
de 50 días. Se nos aisló, se prohibieron las visitas de
las familias. Sufrimos mucho. En agosto se me quiso ingresar en un
hospital psiquiátrico cerca de Agadir haciéndome pasar
por enfermo mental. Aquello fue un precedente peligroso.
P. No
cumplió toda la condena porque fue indultado por el rey.
R. Yo no lo solicité porque no cometí ningún
delito. No he robado, ni atracado a nadie. Fui condenado, junto con
mis compañeros, por expresar pacíficamente mi
opinión favorable a la autodeterminación del pueblo
saharaui. Si fui puesto en libertad se debe ante todo a que el
secretario general de la ONU, Kofi Annan, estaba preparando su
informe sobre el Sáhara, a la movilización de ONG como
Amnistía Internacional y también la Asociación
Marroquí de Derechos Humanos, a las protestas de instituciones
como parlamentos autonómicos españoles,
etcétera.
P. Rabat
asegura que no quedan presos saharauis en sus cárceles.
¿Es cierto?
R. Quedan 14 presos políticos en las mazmorras
marroquíes. Hay además 150 prisioneros de guerra
saharauis cuya suerte se ignora. Estamos también a la espera
de saber que ha sido de otros 500 civiles saharauis desaparecidos
años atrás.
P. Mohamed VI
anunció a finales de marzo la reactivación del Corcas,
un órgano consultivo saharaui que contribuirá a
perfilar el plan de autonomía para el Sáhara que
prepara el rey.
R. El único representante legítimo del pueblo saharaui
es el Frente Polisario. Es el único que puede hablar en su
nombre y así lo han reconocido en ocasiones hasta los propios
marroquíes cuando, por ejemplo, se sentaron con él a
negociar en Houston, en 1998.
P. Pero los
miembros del Corcas son saharauis, empezando por su presidente, Jali
Jenna Uld Errachid.
R. No estamos enfrentados con un sector del pueblo saharaui sino con
el régimen expansionista de Rabat. Que sepan esas personas
equivocadas que gozarán de todos sus derechos en la
República Saharaui.
P. Uld
Errachid asegura que le llamó para felicitarle por su puesta
en libertad.
R. No puedo negar que los saharauis mantenemos relaciones
sociales.
P.
¿Qué le parece la autonomía que Rabat se dispone a
ofrecer al Sáhara?
R. Como no contempla la autodeterminación, el derecho a
pronunciarnos sobre lo que queremos ser, no puede ser tomada en
serio. La solución al conflicto es la última
versión del Plan Baker, que sintetiza ambas posiciones. Le
recuerdo que en el referéndum que prevé, la
mayoría de los votantes serían
marroquíes.
P.
¿Cómo puede salir el conflicto del callejón sin
salida en el que se encuentra?
R. Estoy, por principio, en contra de la guerra, pero en el
territorio mucha gente cree que sólo con la lucha armada
lograremos que se nos deje votar en libertad.
P.
¿Cómo es la situación en el territorio?
R. A grandes rasgos es igual ahora a la que había en tiempos
de Hassan II: detenciones, secuestros, saqueos, palizas y
prohibición de acceso para las delegaciones
extranjeras.
P. Uld
Errachid sostiene que la represión es contundente porque la
protesta es violenta.
R. A través de su represión, el régimen
marroquí intenta hacernos caer en la violencia, pero
insistimos en que nuestra reivindicación debe de ser
pacífica.
ENTREVISTA: JALI ULD ERRACHID Jefe del Consejo Real sobre el Sáhara
"La única solución viable en el Sáhara es la autonomía"
Ambos son saharauis, pero defienden ideas opuestas. Jali Jenna Uld Errachid, de 55 años, acaba de ser nombrado por el rey Mohamed VI de Marruecos jefe del Consejo Real Consultivo para Asuntos Saharianos (Corcas), encargado de perfilar una autonomía para el Sáhara Occidental. Pidió al monarca el indulto de Alí Salem Tamek, de 33 años, y de los demás independentistas saharauis.
I. CEMBRERO
- Madrid
EL PAÍS - Internacional - 05-05-2006
"La autonomía está a mitad de camino entre independencia y plena integración. No habrá ni vencedores ni vencidos"
Pregunta. El
Corcas ha sido reactivado varias veces por el rey. ¿Esta vez va
en serio?
Respuesta. El anterior órgano no cumplió su
misión. El nuevo obedece a la voluntad real de definir un
espacio generoso para los saharauis en el entramado de Marruecos.
Resolveremos el problema con dignidad.
P. ¿No
sería preferible, para aportar ideas, estar a la escucha de
los saharauis en El Aaiún en lugar de tener su sede en
Rabat?
R. Eso es secundario. Este órgano emana de la voluntad real.
Debe estar al lado del soberano de quien depende y al que somete
ideas.
P. Usted es
alcalde de El Aaiún desde hace 23 años, pero,
sorprendentemente, reside en Rabat.
R. Vivo entre ambas ciudades. He sido ministro de Hassan II durante
17 años, por lo que me he visto obligado a instalarme en
Rabat, pero soy del Sáhara y conozco al dedillo los problemas
de esa zona.
P. Los
miembros del Corcas han sido designados, no elegidos. ¿No
empieza la democracia, la autonomía, por una elección
libre?
R. La nuestra es todavía una sociedad tribal. El Corcas no es
un órgano elegido, pero es una fotografía fiel de la
sociedad saharaui. Están los alcaldes, los diputados, los
chiujs (notables), los miembros de la sociedad civil más
representativos. Lo importante es que estén dentro todas las
sensibilidades.
P. ¿Por
qué los saharauis no pueden elegir en las urnas entre
autonomía o independencia?
R. Es un problema complejo. No se pueden aplicar en el Sáhara
esquemas que prevalecen en otras zonas del mundo. El Sáhara no
coincide con el espacio tribal saharaui. Las 34 tribus saharauis
están repartidas por un territorio de un millón de
kilómetros cuadrados que abarca desde Guleimin [sur de
Marruecos] hasta el noreste de Mauritania pasando por el suroeste
de Argelia e incluso una parte de Malí. ¿Por qué
se podrían autodeterminar los saharauis marroquíes y no
los argelinos? Sería injusto para Marruecos.
P. Porque en
África se han respetado las fronteras heredadas de la
colonización por absurdas que sean.
R. Y por eso se han producido decenas de guerras. Es lo que queremos
evitar. Un micro Estado suscitaría un sinfín de peleas
entre tribus por los recursos. Sería un segundo Darfur en
África. La única solución viable es la
autonomía.
P. El
último informe del secretario general de la ONU, Kofi Annan,
descarta, sin embargo, instar a Rabat y al Polisario a discutir la
autonomía, porque equivaldría a reconocer la
soberanía marroquí.
R. Y la última resolución del Consejo de Seguridad
propugna una solución política consensuada que, si se
lee entre líneas, sólo puede ser la autonomía.
Está a mitad de camino entre independencia y plena
integración. Por eso no habrá ni vencedores ni
vencidos.
P. Suele
afirmar que sólo un tercio de los saharauis, los que
están en los campamentos de refugiados, son independentistas.
¿No los hay dentro?
R. Me gustaría saber lo que de verdad piensan los refugiados.
En el Sáhara, en cambio, hay libertad de expresión, de
manifestación que sólo se reprime -es posible que haya
habido algún que otro exceso- cuando adquieren tintes
violentos. Algunos tienen ideas separatistas. Se les oye mucho porque
recurren a la violencia callejera, pero son muy
minoritarios.
P.
¿Alí Salem Tamek no es entonces representativo?
R. Es un joven saharaui de Assa [franja entregada por
España a Marruecos en 1958] recién excarcelado. Le
llamé para felicitarle. Quiero dialogar con él porque
estoy seguro de que acabaré convenciéndole.