Testimonio sobre las graves violaciones de Derechos Humanos en los territorios ocupados del Sahara Occidental



HMAD HAMMAD
Defensor de derechos humanos (breve biografia)


Gracias Señor Presidente,
Damas y caballeros,
Queridos amigos,

Quisiera ante todo agradecer a todos vuestra presencia entre nosotros lo que demuestra el interés que dan a la difícil situación que conoce el pueblo saharaui y al combate de las militantes y los militantes de derechos humanos en el Sahara Occidental.

El pueblo saharaui ha puesto, desde 1965, toda su confianza y su esperanza por recubrir su libertad en las Naciones Unidas que le había prometido la celebración y  la organisation de un referéndum regular y transparente, que le permitiera elegir libremente y democráticamente su futuro. Esta promesa, cabe insistir, es reiterada año tras año. Habría que esperar los años  que siguieron la ratificación por el consejo de seguridad, en 1991,  del plan de paz ásperamente negociado entre las dos partes, el Frente Polisario y el Reino de Marruecos, la complicidad de ciertos miembros del Consejo de Seguridad con el ocupante marroquí, y la impotencia trágica demostrada por la ONU ante el rechazo sistemático de las autoridades marroquíes de cumplir con sus compromisos, para que  el pueblo saharaui se dé cuenta que su confianza ha sido traicionada.

Efectivamente, no solamente el Reino de Marruecos decidió de oponer la voluntad  de la comunidad internacional, en terminar con la descolonización del territorio del Sahara occidental, la suya propia " el Sahara es nuestro, allí estamos y allí nos quedamos ", pero también incrementó y reforzó, a sabiendas de Naciones Unidas,   el ritmo y la violencia de su  política de represión en contra de las poblaciones saharauis civiles y desarmadas. Desafiando las naciones unidas en pleno día, las autoridades marroquíes no dudan de imponer decididamente una capa de plomo sobre las zonas que habitan el Sahara occidental. Esto es cómo rechazaron el acceso a decenas de organizaciones de los derechos humanos mientras tomaba medidas extremas con el fin de limitar la libertad de los defensores de los derechos humanos en flagrante violación, claro esta, del derecho internacional. Marruecos no paró  de robar y de saquear los recursos naturales del pueblo saharaui confinándole en el estatuto poco valorado y poco fiable de conquistados y su territorio en zona delicado acorralada día y noche por las fuentes de  seguridad.

Una verdadera armada asedia  los territorios ocupados y la población que allí vive. De acuerdo con las estimaciones más optimistas, en el Sahara occidental se concentran más 160 000 soldados de las fuerzas armadas reales (FAR), la 15 000 agentes de la gendarmería real, 18 000 elementos fuerzas auxiliares (mojaznis), 21 000 policías y miles de agentes secretos sin hablar de los miles de agentes del ministerio del interior que actúan como informadores a los diferentes servicios de represión. Este dispositivo impresionante no tiene otro objetivo para reprimir salvajemente la población saharaui cada vez que ésta se atreve a reclamar sus derechos legítimos a la autodeterminación e independencia. 
El Reino de Marruecos,  a pesar de ser miembro firmante de numerosos tratados y convenciones de derechos humanos, no vacila en recurrir a las peores formas y métodos de tortura en contra de civiles saharauis desarmados, como lo atestiguan los informes y los testimonios de numerosas organizaciones de derechos humanos. Marruecos perpetúa crímenes, procede desapariciones y secuestros forzosos, comete graves atentados contra las libertades fundamentales y muy particularmente a la libertad de expresión y de movimiento de los  saharauis.

Y a pesar de la gravedad de esta situación y el hecho que esta es denunciada con regularidad por numerosas organizaciones de derechos humanos a través del mundo, las autoridades marroquíes de la ocupación no aparecen apresuradas en poner fin  o reducir sus conductas criminales. Las fuerzas de ocupación marroquíes, como lo constatan todas aquellas y todos aquellos que no cesaron, desde más de treinta años, de preocuparse por las graves violaciones de derechos humanos en el Sahara Occidental, gozan de la impunidad casi total.

La impotencia mostrada por Naciones Unidas en aplicar sus propias resoluciones sobre el Sahara occidental, su incapacidad manifiesta de proteger las poblaciones saharauis civiles, y la voluntad de Reino de Marruecos de darse de si mismo, a nivel internacional, una imagen bonita, contrario a la realidad, la complicidad manifiesta de algunos miembros permanentes del consejo de seguridad, son tantas razones que llevaron a los saharauis a valerse, en primer lugar, que por si mismos.
Así es como decidieron poner en marcha un levantamiento popular pacífico no sólo en todas las principales ciudades (El Aaiun, Smara, Bojador, Villa Cisneros) de Sáhara Occidental que son bajo ocupación marroquí, pero también en las Universidades marroquíes (Agadir, Marrakech, Rabat, Casablanca) y al sur de Marruecos dónde reside una comunidad importante y saharaui.

Este levantamiento general y pacífico, llamado Intifada para la Independencia - por los saharauis ellos - mismos, tiene como objetivo mostrar a la comunidad internacional la determinación y la voluntad inquebrantable de todo un pueblo de continuar imperturbablemente su lucha por su libertad, de denunciar los atentados graves a los derechos humanos cometidos por las autoridades marroquíes de ocupación, y reclamar la puesta, sin demora, del referéndum de autodeterminación tan prometido por las Naciones Unidas. Su primera gran demostración fue en el Aaiun 21 de mayo de 2005. La represión violenta ha ocasionado desde esa fecha:
-    Mas de 4500 detenciones arbitrarias.
-    Miles de personas heridas.
-    Intimidaciones y represalias contra los defensores de Derechos HUMANOS.
-    Tortura sistemática.
-    Abusos sexuales.
-    Malos tratos a menores.
-    Abortos.
-    Dos muertos…

Damas, caballeros,

¿Antes de la gravedad de la situación que hace la comunidad Internacional?

La Misión de las Naciones Unidas para un referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) se niega hasta ahora a extender su mandato para incluir la protección de las poblaciones civiles saharauis desarmadas. Una luz de esperanza ha sido suscitada por la decisión de la ONU de despachar una misión de información, en 2006, al Sáhara Occidental para investigar sobre violaciones de los derechos humanos. Pero, es necesario señalar que el informe de dicha misión de información jamás ha sido hecho pública oficialmente, un año y medio después de la realización de la misión.

Quiero afirmar aquí que mientras el informe no habría sido publicado oficialmente y que sus recomendaciones no se hayan puesto en marcha, consideramos a Naciones Unidas por cómplices de las violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y vejaciones y represión que sufren, a diario, los defensores de los derechos humanos.

En fin quisiera agradecerles calurosamente vuestra presencia y vuestro interés por nuestras luchas y nuestros sufrimientos para hacer triunfar los ideales y los principios de libertad que nos son comunes.

Muchas Gracias.

Ginebra, 24.09.07


Testimonio sobre las graves violaciones de Derechos Humanos en los territorios ocupados del Sahara Occidental

Mohamed MAYARA


Señor Presidente,

Damas y Caballeros,

La invasión militar marroquí al Sáhara Occidental y los crímenes cometidos contra civiles saharauis constituye el inicio de sufrimientos y brutalidades que ninguna pluma ni testimonio no será capaz de reflejar fielmente. 
 
Paralelamente a la invasión militar del territorio, el 31 de octubre de 1975, que se produjo menos de dos semanas de la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia quien demuestra la falsedad de las alegaciones en cuanto a las relaciones entre el Sahara Occidental de una parte y el Reino de Maruecos y la Republica Mauritana por otra parte. EL dictamen recoge el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación mediante la celebración de Referéndum libre, justo y transparente.

Dije que paralelamente a la invasión marroquí las fuerzas represivas lanzaron una campaña de detenciones de ciudadanos civiles Sahrauis supuestamente simpatizantes con el Frente Polisario. 

Mi padre Mayara Haiba estuvo entre unos miles de victimas de esa represiva llevada a cabo por las fuerzas marroquíes. Secuestrado el 27 de febrero de 1976 de su casa en Tan Tan en el sur de Marruecos. El era el más joven de cuatro hermanos, todos ellos fueron detenidos. Poco después, es matado bajo la tortura sufrida en un centro terrible secreto llamado Akedz.


Entre mi nacimiento y la fecha de la detención de mi padre separan dos meses. Su secuestro a un lugar desconocido ha constituido un duro golpe para mi familia que estaba compuesta de dos hermanos y cinco hermanas.  Las fuerzas de marroquíes no se limitaron a hacer desaparecer a mi padre sino siguieron intimidando mi familia ejerciendo todo tipo de discriminación,  segregación y humillación al igual que los cientos de familias de desaparecidos.

Damas y Caballeros,

Recuerdo la conducta humillante de la dirección y de los profesores en la escuela cuanto mi preguntaban sobre el trabajo de mi padre. Temía acusar directamente a Marruecos de su desaparición y me conformaba en afirmarles que es desaparecido. Inmediatamente empiezan los insultos y las ironías de hombres que supuestamente deberían asumir sus responsabilidades profesionales y morales.

¿Si la institución educativa es de estas calidades como van a ser los servicios de seguridad y los militares marroquíes?

En cualquier sociedad, la ausencia del jefe de la familia es una pérdida del Pilar fundamental y desaparición de mi padre afecto duramente mi madre quien se ha visto a asumir todas las responsabilidades.

Además de las tareas de todo los días para asegurar nuestra sobrevivencia, mi madre tuvo que organizarse junto a otros familiares de desaparecidos para iniciar la búsqueda del paradero de los desaparecidos. Es así como, tuvieron que viajar a Rabat pero cada vez la respuesta era la misma “Si no dejáis de preguntar por los traidores del Reino, os haremos desaparecer también”. Pero las autoridades no se contaron con las amenazas sino que detuvieron varias de los familiares. Es el caso por ejemplo de mi tía Tekber Bati y mi hermana Aicha Mayara.  

La ocupación marroquí era y es todavía sinónimo de persecución policial mediante la inundación del territorio saharaui por mas de 200 000 soldados, gendarmes, policías y otros agentes de aparatos represivos. 

Cada momento esperábamos la noticia de la muerte de mi padre al mismo tiempo que nuestra propia vida se ha convertido en un verdadero infierno. El miedo de ser detenido, de desaparecer o de ser asesinado era el clima reinante.

En 1991, al mismo tiempo que recibimos la terrible noticia de la muerte de mi padre con la vuelta de 322 sobrevivientes de Kalaat Maguna, Agdez, Skura y Bir de ElAaiun, he sido expulsado de la escuela la voluntad deliberada de la dirección por el simple hecho ser el hijo de una persona que es acusado de pertenecer al Frente Polisario.  

Con la creación de la Instancia Equidad y Reconciliación pensaban que Marruecos iba a poner fin a nuestras angustias con la recuperación de los restos mortales de mi padre. Pero, en vez de responder a nuestras legitimas demandas a la verdad y a la justicia, los delegados de dicha Instancia, nos amenazaron con devolvieron restos de gatos y perros por que “el Reino es más fuerte de lo que pensáis” decían. Y para demuestra esa fuerza, las autoridades no dudaron en hacer desparecer a 15 saharauis desde 2005.

Damas y Caballeros,

La Convención para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas adoptada por la Asamblea General, en diciembre de 2006, constituye un paso adelante hacia el derecho de toda persona a no ser desaparecida. Este importante tratado internacional reafirma los principios derechos liados a la verdad, justicia y reparación en cuanto a desapariciones forzadas. Maruecos es uno de los países que apoyo el año pasado esta Convención pero al mismo tiempo mantiene una capa de plomo sobre la suerte de los más de 500 desaparecidos, se niega a devolvernos los restos mortales de nuestros parientes fallecidos en los centros secretos, mantiene total la impunidad de los responsables de las desapariciones forzadas y peor aun continua practicando la desaparición forzada como forma de aterrorizar a todo un pueblo.
 
Ginebra, 24.09.07

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