EL ARTE DE NEGOCIAR
Sidahmed Almustafti
Negociar es un medio básico para conseguir lo que se desea de otros; es una comunicación bilateral diseñada para llegar a un acuerdo. Es antes que nada explicar bien su posición y tratar de entender bien lo que el otro desea. Negociar, es sin duda discutir, con todo lo que esto conlleva de astucia y discreción.
El llamado proceso de paz, iniciado y dirigido por la ONU, para la resolución del conflicto del Sahara Occidental esta estancado y sus aguas están putrefactas.
Lo que en un principio iba a ser, simple y llanamente, discusiones de carácter técnico para facilitar la celebración de un referéndum auspiciado por UN, se ha convertido en una encrucijada difícilmente superable. La parte marroquí jugó a convertir el proceso en un juego interminable de negociaciones. Desde el primer momento tenían la certeza que el "factor tiempo" estaba de su parte y lo usaron magníficamente bien. Vietnam del Norte pasó casi un año negociando con los Estados Unidos, en
París, la forma de la mesa de negociación. La mesa de negociación les importaba un bledo a los vietnamitas, simplemente sabían que el tiempo estaba en contra de los Estados Unidos porque el Presidente Nixon quería resolver la guerra para ganar su reelección. Por tanto, ellos "perdieron" el tiempo y ganaron la guerra!
Cuando se negocia se ha de tener clarísimo lo que se va a negociar , algo que al parecer , no estaba lo suficientemente claro e incluso en algunos momentos las partes estaban dispuestas a dejar el referéndum a un lado y negociar la división del territorio como solución al conflicto. Algo que la parte saharaui nunca reconoció, pero el informe de Kofi Annan con fecha del 19 febrero de 2002, lo dice clarito en el segundo párrafo y cito textualmente: "Y de que, en opinión de mi Enviado Personal, Argelia y el Frente POLISARIO estarían dispuestos a debatir o negociar una división del Territorio como solución política a la controversia relativa al Sahara Occidental".
El éxito de toda negociación reside, sobre todo, en la preparación. Para negociar con un mínimo de garantías ha de preparase. El factor mas importante en la preparación para negociar es la elección de un equipo negociador que, dada la diversidad y complejidad de las negociaciones requiere, con frecuencia, que esté integrado por personas de diferentes especialidades (abogados, traductores, asesores, etc.). Debe haber unidad en el grupo y alto grado de entendimiento; es imprescindible dotarlo con todos los medios posibles; abrir canales con las estancias oficiales para mantenerlos informados y finalmente tener claro que la negociación es una alternativa no-excluyente a lo que se pueda hacer en otros ámbitos.
Creo que nuestro equipo negociador carecía de todo lo anterior y era milagroso que saliera de algo positivo de aquellas desiguales negociaciones. No sabemos quienes son; ni como trabajan; ni donde se ubica su sede; ni a quien informan.
Una organización política que se precie, debe establecer mecanismos de evaluación y seguimiento permanente para hacer los ajustes a tiempo y evitar sorpresas innecesarias.
¿Acaso alguien sabe como se han tomado las decisiones? ¿O quién fue el responsable de los distintos cambios de posición del Polisario a lo largo de estos 15 años?
Parece que todo el proceso ha sido monopolio exclusivo del Señor Presidente y un reducidísimo grupo de personas que le son muy sumisas.
¿Qué pinta el Comisionado Nacional en el proceso? ¿Y el Parlamento?
Estas instituciones por no haberles hecho participes en el proceso, se les ha convertido en instituciones comparsas.
La opinión pública tampoco sale bien parada en el dichoso proceso, ¿Se ha tenido en cuenta la opinión pública? ¿Se consultaría a las bases en caso de cambio radical o no de la postura? Seguramente: NO.
La pregunta clave en todo ese escabroso proceso es:
¿En manos de quien estamos?
Verdaderamente no hace falta ser adivino para saber que todo lo que se mueve (por muy pequeño que sea) en la Hamada, depende única y exclusivamente de lo que quiera o deje de querer el Señor Presidente. El único grupito que le podía contradecir fue limpiamente neutralizado, Ayub Lehbib desertado; Bachir Mustafa domesticado y unos cuantos bien vigilados y controlados.
O sea, solo nos queda rezarle a Allá para darle larga vida al Señor Presidente y que el proceso de paz no acabe nunca, porque su final será, lamentablemente, el nuestro también.
¡¡Que Allá nos coja a todos rezados!!
04.06.06
email: wadann2000@yahoo.es