Un grupo de personas del que forman parte quienes se autoproclaman como cuadros fundadores ha decidido crear una alternativa a la dirección del F. POLISARIO. Esto es lo que se decía el 4 de julio de 2004. Después de veinte meses han publicado su Programa Político.

Algo ha cambiado desde aquél 4 de julio. Y es saludable ese ejercicio de aproximación, en la medida en que si en julio de 2004 se definían como alternativa y pedían la ruptura, hoy se definen como miembros del POLISARIO que abogan por la reforma y la renovación desde dentro ( párrafo segundo, in fine, del Preámbulo de su Programa). Dicha reforma, matizan en el párrafo siguiente, consiste en devolver la confianza en la Organización Política y en las instituciones del Estado.

El capítulo primero principia con la descripción de los puntos de partida que ya ellos mismos se encargan de aclarar su subjetividad. O sea influida por la visión de los autores. Autores que insisten en que son cuadros.

A renglón seguido reiteran que aspiran a la reforma y la renovación dentro del POLISARIO. Y cuando, en la lectura, se llega a este punto el lector estaría ya preparando su mente para leer algo así como: dicha reforma y renovación se hará mediante el trabajo responsable, ético e irreprochable de cada uno de nosotros en su respectiva actividad, que tenemos que retornar a nuestras unidades, centros de enseñanza, centros de salud, 'dairas' y demás centros de trabajo para reiniciar nuestras actividades inspirados en los Valores Supremos tan aludidos. En definitiva, que tenemos que retornar a nuestras células de organización para iniciar desde abajo una auténtica reforma inspirada básicamente en el acervo legado por nuestros mártires.

Pues nada de esto se dice. Y aquí es donde radica el gran engaño de esta gente. Y cito textualmente: " EL objetivo de Jat Achahid aspira a la reforma y a la renovación dentro del F. POLISARIO a través de un programa de acción global, basado en la participación de todos los ciudadanos y ciudadanas en la toma de decisiones, eliminación de desafíos y erradicación de todos los peligros que amenazan la existencia de un gran pueblo que .... se sacrificó por la libertad y la independencia" (sic).

Es decir un auténtico golpe de estado basado en crear el caos global y la confusión que al final de la tempestad sería gobernado por quienes servirían, en bandeja, nuestras cabezas a Marruecos. ¿ O es que a caso a esto se le puede denominar reforma y renovación desde dentro?

EL POLISARIO, a pesar de sus muchos defectos, tiene bastante empaque y el sólo paso del tiempo ha ido dotando de consistencia sus estructuras. De modo que la reforma, Señores, tiene que respetar esa estructura. Y es necesario recorrer todo el andamiaje jurídico-político para reformar y renovar el POLISARIO.

Sinceramente, una reforma y renovación implican, necesariamente, volver al trabajo en los Campamentos, hacer de nuestra conducta en el trabajo y en la sociedad una reproducción fiel de los principios del 20 de Mayo. Instaurar la dimisión como lo que es: un elemento que robustece y dignifica la institución de la que se dimite y refuerza la confianza ciudadana en la misma. Implican perseguir y oponerse a las conductas que violenten el espíritu revolucionario. Y lo que es más difícil aún, implican, sacrificar el interés individual en aras del interés colectivo mientras dure el exilio y la ocupación del Sahara. Y, entonces, podremos hablar, sin conceder margen a la confusión, de un verdadero y auténtico Jat Achahid. Todo lo demás, todo lo que estos Señores están diciendo es pura demagogia con una coartada perfeccionista carente de retaguardia intelectual. Esa aproximación consistente en declarar que son miembros del POLISARIO, que lo que quieren es la reforma desde dentro, no persigue otro fin que el de ganar adeptos a su causa. Es puro humo. Sus fines son los linke colocados en su web. Tanto cuadro, tanto cuadro y al final va a ser de brocha gorda.

Por lo demás, no hay nada digno de mención en todo el articulado de su programa. Excepto que quizás resulte curioso o revelador, si se prefiere, que en el aspecto cultural mediático se haya puesto mucho más énfasis, tinta y papel que en los aspectos sanitario, educativo y social juntos.

15.03.06