ANALISIS DE UN SAHARA INDEPENDIENTE
Grupo Interuniversitario de Opinión (*)
Las elecciones celebradas el día 7 de septiembre en Marruecos
han resultado ser lo que los mejores conocedores del vecino país
sospechaban: el fracaso de una farsa.
El proceso electoral era una farsa antes, durante y después. De
entrada, resulta escandaloso que antes del “aplaudido” proceso
electoral el régimen del sultán se dedicara a procesar y
encarcelar periodistas y destruir revistas que criticaban la
monarquía absoluta (encarcelamiento de periodista de El Watan
al-an, destrucción de un número de Tel Quel y
procesamiento de su director…).
Durante el proceso electoral, como era previsible, la compra de votos y las presiones fueron, nunca mejor dicho, “moneda de cambio”.
Y después de las elecciones… resultó cuando menos curioso que el régimen asignara los escaños a cada partido un día después de las elecciones… pero ocho días antes de anunciar cuantos votos tuvieron las candidatura. Conviene detenerse en este aspecto, porque constituye la prueba más sangrante de que las “elecciones” en Marruecos han sido exactamente eso: una farsa. Veamos.
Un día después de las “elecciones”, el 8 de septiembre, el ministro del Interior dio unos resultados “provisionales” de las elecciones ofreciendo el porcentaje de votos y el número de escaños que correspondía a cada partido y cuantos escaños había obtenido cada candidatura en cada circunscripción, pero no el número de votos que obtuvo cada formación. Dos días después, el 10 de septiembre, el ministerio anuncia los resultados “definitivos” anunciando los escaños que correspondían a cada partido en cada circunscripción, pero sin decir el porcentaje de votos definitivo y, mucho menos, el número exacto de votos de cada candidatura. Siete días después, el día 16, tras las presiones de ciertas asociaciones y periodistas extranjeros el Ministerio dio las cifras de los votos que habían correspondido a cada partido. Y aquí empiezan las sorpresas. Resulta que en los resultados del día 8 de septiembre el Istiqlal tenía el 16% de votos y el PJD (los islamistas servidores de su majestad) el 14%... pero luego el día 16 nos encontramos que el Istiqlal ha “obtenido” el 10’7% de los votos y el PJD el 10’9%... Y lo mismo sucede con los otros partidos. Si alguien no nos cree, puede consultar los datos en esta dirección (http://www.map.ma/mapfr/legislatives07/francais/resultats.htm) al menos mientras el régimen no los cambie o lo elimine.
Algo tan impresentable hubiera merecido la condena de los países democráticos o, al menos, un piadoso silencio.
Lejos de ello, sin embargo, el lobby pro-marroquí en el mundo ha empezado a soltar las campanas al vuelo. La ínclita comisaria europea Benita Ferrero-Waldner, siempre, siempre tan atenta a los deseos marroquíes corrió a felicitarse por los resultados. Y lo mismo el departamento de Estado norteamericano y el portavoz del ministerio de asuntos exteriores francés. Pero lo que a nosotros nos interesa es que el gobierno de zp se ha hecho cómplice de esta farsa. Por boca del inefable Moratinos, el gobierno Zapatero ha demostrado que no cree en la democracia y que su devoción por Marruecos está por encima de cualquier principio democrático o ético. ¿Qué dijo Moratinos? Pues esto: que esto constituye “un nuevo paso en la consolidación del proceso democrático en Marruecos”, que estas elecciones han sido “las mejores de todas las organizadas hasta ahora en Marruecos” y que el gobierno español se felicita de la “transparencia máxima” que ha habido. ¿Hace falta seguir sin sonrojarse?
Mientras esta complicidad continué permitiendo antojos políticos del rey Mohamed VI, el futuro democrático del pueblo marroquí permanecerá secuestrado y definitivamente se imita la “Democracia Orgánica “que implanto tristemente Arias Navarro durante su etapa de gobierno.
No es este el país al que los saharauis en un hipotético caso de entrega definitiva a Marruecos desearían pertenecer, es justo lo contrario a lo que practican hoy en día en sus campamentos, y es la participación colectiva en las desiciones que les afectan , y realizadas en unas condiciones muy difíciles.
La posición que mantiene el gobierno de Marruecos en las conversaciones con el Frente polisario, son solo para seguir ganando tiempo y que las condiciones de seguridad internacional empeoren para definitivamente volver a sacar el tema del terrorismo internacional criminal, cuando son al día de hoy, los primeros exportadores de asesinos desesperados.
El pueblo marroquí tiene en sus manos encauzar esta situación medieval disfrazada de intento democrático occidental, en un país de profundas raíces islámicas y al que su Rey y Gobierno ignoran deliberadamente en sus derechos civiles.
Canarias 20 Septiembre 2007
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Larosi Haidar (UGR)
Manuel de Paz Sánchez (ULL)
Carlos Ruiz Miguel (USC)
Sergio Ramírez Galindo (ULPGC)