OPINION

 

¿ Qué hay detrás de jat-ashahid?

Nafe uld Hamdinu

Asistimos a través de estas nuevas latitudes cibernéticas (ahl-cibernet, como diría acertadamente M.Ali), a la segunda entrega del culebrón de jat-ashahi. Un bonito y clarividente nombre que esconde unas intenciones e intereses que no parecen tan claros, pero al menos le vamos poniendo rostro a tantas promesas y buenos propósitos, aunque seguimos sin saber públicamente la cantidad de miembros de esta organización, sus dirigentes, su proyecto político y su financiación (dichosa financiación, la madre del cordero). Saber estos pilares básicos quizás nos ayudaría a profundizar en el debate. Conocer los autores de la trama tiene una sutil importancia, puede ayudarnos a divisar el horizonte con más nitidez. Los saharauis nos conocemos todos, el reducido numero de nuestra población a veces es una valiosa ventaja. La primera entrega ha sido el lanzamiento por estas mismas vías de un comunicado que, supuestamente, invitaba a los saharauis a la responsable reflexión o simplemente una primitiva estrategia de captación de adeptos, depende como se mire. El contenido y el espíritu de los artículos que se publicaron en su día al respecto, demostraron que los saharauis no nos dejamos llevar por los discurso demagógicos. Parece más de lo mismo, "mucho ruido y pocas nueces". Yo no formo parte del POLISARIO, simplemente soy uno de tantos saharauis que creemos en las reivindicaciones de nuestro pueblo por pura justicia. No creo que el anuncio de la creación de esta organización diezme las voluntades saharuis que trabajan, de forma activa, por la consecución de nuestros derechos elementales. Pero si me gustaría hacer una serie de aclaraciones para que los visitantes de esta ilustre e imprescindible web puedan ver más elementos que, a mi juicio, les pueden ayudar a tener una visión más completa del asunto.

La escisión, la creación de tendencias internas dentro de cualquier organización, es un fenómeno legítimo, natural y hasta lógico, especialmente cuando se plantean decisiones transcendentes. La discrepancia y hasta la ruptura, llegado el caso, con un determinado método, puede interpretarse como signo de madurez política y de la intensidad del debate. Pero desgraciadamente, no es el caso. Los miembros de esta organización no son miembros del POLISARIO desde hace muchos años, su aportación a la causa nacional, si la ha habido, tocó su fin hace tiempo. No sé cómo se puede desmarcar del POLISARIO, criticándolo con mala fe, beligerante avidez y ensañamiento, mientras dicen conservar los principios básicos del movimiento, su carta fundacional.

Un político africano, al dar un paseo por Londres, dijo que tenía que pasar mucho tiempo para que en su país los autobuses urbanos tengan la misma puntualidad que la de los de la capital inglesa. Esta ocurrencia parece una ingenuidad, pero de cierta manera, resume el lento transcurrir de los pueblos por el camino de la madurez política, el aprendizaje de la colectividad no se hace en un siglo ni en dos. Es un largo sendero, y todos los pueblos tenemos derecho a cometer nuestros errores y aprender de ellos. En 30 años, el joven Estado saharaui ha tenidos dos episodios de luchas internas que terminaron, desgraciadamente, con abusos en materia de derechos humanos. Los saharauis hemos reaccionado con mucha serenidad y contundencia, hemos cerrado aquellos lamentables sucesos con un "nunca más". No es tan grave si lo comparamos con tanta atrocidad que cometieron otros pueblos a lo largo de su andar hacia el equilibro político y social, la plena democracia y el Estado de Derecho. La diferencia es abismal si lo comparamos con tanta tortura y persecución que ha ejercido y ejerce la ocupación marroquí contra los saharuis en la zona ocupada. El POLISARIO es relativamente joven, no es tan criticable, pues, que se hayan cometido errores políticos a la hora de elegir una opción diplomática u otra. Las circunstancias internacionales, el poco potencial de poder negociador de los saharaui obliga, a veces, a optar por el mejor de unos caminos arriesgados en general. Es muy fácil sentarse delante de un teclado en un apartamento en la costa del sol y empezar a criticar, y además a "toro pasado". Es simplemente un ejercicio de poca responsabilidad, un odio manifiesto que se intenta exteriorizar por todos los medios. O sea, todo vale para desprestigiar al POLISARIO.

Se habla de un respaldo de los saharuis a este nuevo proyecto. Lo cierto es que en los Campamentos nadie habla del tema, ni parece interesarle a nadie. La persona que habla en nombre de este grupo, tiene conexiones directas con personajes que trabajan de forma declarada a favor de la tesis marroquí. Un reciente libro publicado en Murcia ponía en tela de juicio la capacidad de los saharauis para construir un Estado, arremetía contra el POLISARIO con mucho desprecio y daba una visión bastante parcial y miope del conflicto, es puro veneno. Pues, la fuente principal y el máximo colaborador del autor del libro ha sido el cabeza visible de esta organización. Es un tanto contradictorio esta actitud con la de un patriota que pretende salvar los principios sagrados de nuestro pueblo. Las conductas de la personas son el reflejo de sus intenciones últimas.

Los hombres y mujeres de bien, tenemos el legítimo derecho de causar baja en cualquier grupo político por los motivos que sean. Es una opción tan respetable como otra. Ahora bien, los saharauis que se han desligado de la Organización en los últimos años por razones básicamente de economía familiar, se pusieron a "ganarse la vida". En ningún momento cayeron en las manos del aparato propagandístico del enemigo, ni se dejan utilizar como medio para golpear a su propio pueblo. Es una actitud que les honra. Otros, por oportunismo, o para saciar una sed tabernera de venganza, cambian de chaqueta, pero al menos su actitud está definida. Haya otros que prefieren probar fortuna haciendo lo único que saben, aprovecharse de las lágrimas ajenas, una empresa, a veces, rentable pero poco ejemplar. No será "jat-achahid" lo mismo pero de forma organizada, o sea una forma sofisticada "de poner el cazo".

Desde años el régimen marroquí se dio cuenta de la necesidad de incidir en el terreno de la opinión pública, es donde tiene la balanza desfavorable. Las estrategias de lucha contra el éxito que tiene la causa saharaui entre la sociedad civil europea y mundial han sido múltiples: en primer lugar, sus acciones se orientaron hacia la captación de ciertos intelectuales que trabajarían a favor del apoyo intelectual de sus tesis, voceros de su política en el Sahara, en este sentido, al menos en España, solo consiguió dos "mercenarios". De alguna manera, piensan contrarrestar así la unanimidad del mundo intelectual a la hora de juzgar el tema del Sahara. La segunda estrategia, es la tener ciertos personajes que con anterioridad hayan ostentado responsabilidad en el POLISARIO en la "cámara", para hacerles regresar a Marruecos en el momento político más álgido, como fechas de resoluciones del Consejo de Seguridad. Recientemente hemos asistido al "retorno" de tres personajes que llevaban tiempo viviendo por sus medios en la costa levantina, manteniendo públicamente una posición beligerante hacia el POLISARIO y hacia Marruecos. Y de repente recuperan la memoria y abrazan al enemigo, sin previo aviso, un telón que se quita milagrosamente, como si de una aparición mariana se tratara. Mágico, ¿verdad?.

Otra hipotética estrategia de doble objetivo, y al hilo de la anterior estrategia, es hacer primero una fisura en el poder representativo del POLISARIO, creando unas organizaciones paralelas, la ultima genialidad de los ingenieros del terror del ministerio del interior. Así, hacerle daño al POLISARIO a la hora de plantear posturas en nombre de todos los saharauis. Otro fin que cumpliría este tipo de entidad es llamarles para rendir pleitesía al monarca en el momento que más le interesa al régimen. Jat-achaid al perfilarse tanto como organización propia o como una rama critica con el POLISARIO (de allí el giro que tomó este grupo en cuestión de términos y denominación), estaría empezando a hacer daño al POLISARIO como la única organización que aglutina a las reivindicaciones saharauis. En un futuro y en función del desarrollo de los acontecimientos, estaría destinado a cumplir un futuro papel, "un retorno masivo", sería el último acto de una obra escrita y ensayada. Esta conjetura irá tomando fuerza, conforme se confirma un posible encuentro entre el mencionado grupo y un alto cargo del ministerio del interior marroquí en un país europeo. Es curioso como se critica tanto al POLISARIO, mientras no se dice nada de los abusos del régimen en nuestras zonas ocupadas. Es llamativo, elegir el 30 aniversario de RASD para declarar el nacimiento oficial de esta organización. Es gracioso como se critica por parte de estos señores al tribalismo, mientras uno de los elementos que utilizan para convencer a los saharauis es la división tribal y regional. Es cómico que personajes de este calado nos llamen a retomar las armas. Un ex combatiente, comentó el otro día con mucha ironía "si los radicales son estos, estamos salvados, así que apaga y vámonos".

Caballeros dejen a "chahid" en paz, a sus hijos también y los que todavía tienen la valentía de defender su camino. Dejen de comercializar con los sufrimientos de pueblo saharaui. Es un pueblo que merece otros enemigos más honorables.

Nafe uld Hamdinu

05.04.06

(hamdinu@hotmail.com)


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