Muchas veces advierto una confusa relación fabricada por nosotros mismos, que me llevó a reflexionar sobre ello, y compartir mi modesta reflexión con los participantes y lectores de este foro.
La mencionada confusa relación consiste en que, dirigente significa movimiento y viceversa, es decir, las actitudes de algunos dirigentes del Polisario siempre nos llevan a arremeter contra el movimiento, pudiendo concretar hacía dónde se dirige nuestra crítica ó desconformidad.
Bajo mi punto de vista, el Polisario es un principio en el que todos creemos y por el que muchos dieron sus vidas -que en paz descansen- es la ideología que consiguió cohesionarnos, acabó con nuestras divisiones tribales y nos condujo al mundo de la civilización de los pueblos, es irrelevante recordar lo que es el Polisario, y lo que fue. Pero mi experiencia en el trato directo con muchos saharuis, conversando en una reunión de amigos ó haciéndolo vía Internet, ó mi trato indirecto leyendo opiniones orientadas en este sentido, me dice que aún perdura esa relación confusa que siempre da lugar a malas interpretaciones, hacer ver que el Polisario es lo mismo que los dirigentes no beneficia a nadie, salvo a Marruecos claro.
Se puede estar desacuerdo, incluso indignado, con las actitudes y formas de gestión de los dirigentes políticos del movimiento, yo mismo no estoy nada conforme, pero no caeré en el error de relacionar una cosa con la otra, ya fui víctima de ello no hace mucho tiempo, hasta tal punto que llegué a pensar que los saharauis nos enfrentamos a dos enemigos. Tampoco debemos darles el placer a los enemigos del pueblo Saharaui de gozar de ello, haciendo triunfalismo del rechazo de algunos a los dirigentes y no al movimiento en sí, que no dudo en que creen firmemente en ello, y mantienen como yo, que representar el pueblo saharaui legítimamente es competencia única y exclusivamente del F. POLISARIO.
Hoy, algo más maduro ideológicamente, me quedo con que el Polisario es una orientación ideológica y prescindo de las actitudes, malas sobre todo, de los dirigentes que en muchas ocasiones me llevan a no estar de acuerdo indignándome al ser muy propias de rechazo.
Fruto de esta madurez, a veces hago mis propias interpretaciones y saco mis propias conclusiones, una de ellas es que, muchas veces llego a la conclusión de que para muchos el Polisario es una página escrita y concluida de la historia, que ha de ser cerrada y acto seguido pasar a la siguiente página, para otros, según mis interpretaciones, el Polisario es una página en blanco que hemos de esforzarnos todos para rellenarla, yo sin embargo, creo que es una página que se está escribiendo, es decir, ni está concluida ni tampoco vacía, lo que puede ser la cabecera de la página no significa que sea también el pie, con lo cual, creo que es una amplia página que se está escribiendo generación tras generación, y como es lógico, cada generación pondrá su propia huella en la página, que insisto, no está cerrada.
Y como es natural de un texto en pleno desarrollo, no será exento de faltas, que cada generación intentará corregir lo que se olvidó la generación anterior, paso a paso se conseguirá una perfecta obra literaria aunque para ello tengan que pasar décadas, de momento ya pasaron tres, y la obra le faltan unas cuantas correcciones para ser estrenada, estoy seguro que los últimos capítulos de la obra serán escritos en un Sahara libre e independiente, ahí puede concluir la página dando lugar a la transformación política, transformación basada en la creación de partidos políticos, y el propio F. POLISARIO pasará de movimiento de liberación a partido político.
Esta es la visión futurista de un modesto y humilde saharaui, con la que espero no haber sido simplista en mis reflexiones, ni conformista en mi ambición por hacer un llamamiento a la unidad de todos, unidad que fortalece y no debilita, unidad en la que cabe la crítica constructiva, unidad en la que los errores se reconozcan, unidad para conseguir el principal objetivo del pueblo saharaui, LA INDEPENDENCIA.
Atentamente,
Mustapha
25.01.06