Ciertamente, el consumo de estas cibertertulias es sano. La hermenéutica saharauía... también existe. Y, entre otras cosas, ayuda a combatir la flaccidez espiritual. Nos telesaharauiza, nos exilia de ese eterno subjuntivo, nos mete de lleno en este imperativo que creemos ser ... nos compromete. A arso.org le debemos la existencia ... la existencia de este blog saharauizante, cuya función aprobamos algunos y suspenden otros, y que nos permite a todos sus usuarios una absoluta horizontalidad de debate: el cómodo trato de tú, el seudónimo, o el nombre falso, y el de verdad,... Uno y la otredad... La Otredad y uno.
Hallamos aquí las verdaderas hojas del Libro saharaui. El hombre del Sáhara -¡quién hubiera dicho!- escribiendo de sí mismo, y haciéndolo por sí mismo: bien y mal, mejor y peor, mucho y poco, claro y opaco... Todo lo que exprimimos en hassanía hecho en globish, es decir, hecho esto.
Nadie de esta nueva tribu saharauía, Ahel Cyber para los íntimos, niega que se trata de una experiencia fantástica; aquí donde casan la lógica cartesiana y el orden mental mayoritario. Y es que... desopinada ya la Oralidad, el Emirato del Decibelio, cualquier pretexto es luz, cualquier prototexto es poema.
Escribir, contar, cantar, recrear, cristalizar todas nuestras saharauidades es, además de sano, un ejercicio de genuina libertad. Siendo parcos en el empleo del insulto o la injuria, la ira o el *viva la madre que me parió", damos rienda suelta a esa auténtica asamblea de voces y figuras que nos pueblan. Nosotros, carne de exilio, políglotas pasaportes, continuamos aquí y así: treinta años espiando el escote de la Independencia, la señora de todos nuestros deseos.
... Y antes de que se nos cansen hasta las palabras, otro que se quita el sombrero y la calva ante la dignidad de doña Aminatu Haidar.
11.02.06