Ante la proximidad de la celebración del 31 aniversario de la
RASD, estos últimos días, oimos opiniones, todas
saharauis, acerca de este acto conmemorativo, ¿por qué no
unas palabras de una extranjera?
Hace 21 años, fui por primera vez a los campamentos, para
participar en el 10º aniversario de la RASD. Llegué al
aeropuerto de Tinduf en un avión militar argelino, un
Hércules 103. Era la época en la que no había
tantos aviones, dispuestos como hoy en Argelia, para los visitantes
extranjeros, sin hablar de la existencia del vuelo charter.
La celebración del aniversario me conmocionó, fue algo
que nunca había vivido hasta entonces, nada que ver con los
actos nacionales que había conocido en mi país u otros.
Y en aquellos momentos de felicidad, tuve incluso envidia de los saharauis por tener una nación tan querida.
20 años después, volví a participar en la del
30º aniversario con un grupo de amigos japoneses, que por primera
vez asistían a un acto nacional saharaui. Ellos sintieron una
emoción parecida a la que había tenido yo hacía 20
años. Esta vez, la conmemoración fue el momento en que
supe de la invulnerabilidad de la determinación saharaui.
Seguían firmes, a pesar del tiempo transcurrido, y a pesar de
.…todo.
La importancia de tal celebración, que nos recuerda la
continuidad de la lucha de liberación saharaui, no puede
percibirse simplemente mediante una noticia informativa fechada como
cualquier día. Sólo es posible en este día, el 27
de febrero.
No temerían tanto ese día los marroquíes, ni se
darían tantos actos de provocación, si consideraran que
no es un día emblemático para el pueblo saharaui. Ellos
lo saben, ¿lo vamos a poner en duda nosotros?
He leido, en ésta columna, la opinión de Laroussi Haidar,
donde expone claramente la envergadura de la conmemoración de la
lucha saharaui, y pensé: "mientras haya saharauis que piensen
como él, tendran amigos en todos los rincones del mundo."
Keico Shingo
14.02.07