Western Sahara - Sahara Occidental

Moratinos y Zapatero, tanto monta el segundo como el primero, han metido doblemente la pata. Y no sólo me refiero a que cada uno de ellos por libre haya metido las dos patas o las cuatro, que también, quiero decir que se han equivocado doblemente.

Los marroquíes, después de años de poner toda clase de obstáculos a la realización del referendo de autodeterminación del pueblo saharaui andan por ahí, haciendo ruido con una oferta de autonomía con la que, más que ofrecer, parecen amenazar: o esto o nada. Pero todo es mentira; si de verdad piensan establecer una autonomía, ya lo habrían hecho, nada se lo impide. ¿por qué no lo han hecho hasta ahora? Como tantas otras veces, toda esta algarabía de palabras no es más que propaganda para convencer a los que ya están convencidos o para dar argumentos a los que sacan beneficio del engaño (dinero)
Solo a Mortadelo y Filemón se les podría ocurrir apoyar a Marruecos para que presente ante el Consejo de Seguridad de la ONU una iniciativa que es totalmente contraria a la doctrina de la propia ONU. Pero es que además Marruecos no va a presentar nada por que, si bien, los marroquíes no son tan tontos como los que les apoyan, tampoco lo son como para ignorar el batacazo a que se exponen si se presentan ante el Consejo de Seguridad con semejante engendro.
Hay que tener presente también que, a partir del 22 de abril o a lo más tardar el 6 de mayo, su amigo Chirac se jubila, por lo que Zapatero tendrá que hacer a solas con su ministro el resto del camino en apoyo de Marruecos. Ya lo dice el refrán: con pan y Moratinos se anda el camino ¡que papelón ¡

Aún estaba fresca la tinta con la que se firmó el plan de Paz de 1991 cuando Marruecos empezó sus maniobras entorpecedoras en un claro intento de boicotear, como fuera, la realización del referendo de autodeterminación del pueblo saharaui. Ya lo había hecho antes cuando forzó que el tema fuera llevado ante La Corte Internacional de La Haya al anunciar España en 1974 su intención de celebrar la consulta. Por si a alguien le quedan dudas, le recordaré que en aquella ocasión Hassan II aceptó el referendo pero negándose a que figurara la opción por la independencia; nada de que extrañarse pues el compañero Hassan, “Nuestro Amigo el Rey”, siempre fue un maestro en el esquizofrénico arte de afirmar al mismo tiempo una cosa y su contraria. Cómo se puede decir que se acepta el referendo de autodeterminación de un pueblo y negarse a que figure precisamente la opción por la cual se quiere determinar ese pueblo.

En estos treinta años transcurridos hemos tenido otras desvergonzadas manifestaciones de lenguaje ambiguo y contradictorio por parte de muchos políticos que finalmente no tuvieron inconveniente en traicionar sus propias palabras. Unos, puño en alto a banderas desplegadas, prometiendo ante la historia todo lo prometible y otros, como el sorprendente Moratinos, que se remanga hasta las cachas para ir en defensa del pueblo saharaui por todas las cancillerías pidiendo que se abstengan de votar a favor del Sáhara. …, Sorprendente este Moratinos.

Leo el artículo de opinión del País/13/03/2007 y no resisto la tentación de decir algo al respecto.
Es cierto que después de catorce años el proceso de arreglo de NNUU estaba totalmente atascado y carente de horizonte político, como no podía por menos que suceder tras los denodados esfuerzos de muchas personas para que así ocurriera; Vd. entre ellos Sr. Moratinos. Aún recuerdo su conferencia pronunciada en la facultad de la Información en el año 1991 en la que se manifestó indisimuladamente a favor de Marruecos. Le recuerdo: es aquella en la que un joven estudiante se levantó al final en el turno de preguntas para manifestar su desacuerdo con lo que Vd había expuesto, y de paso recriminarle el que a la sazón estuviera Vd. cobrando dos sueldos del Estado.

También contribuyó de manera importante al fracaso del Plan de arreglo el viaje a Marruecos del Sr. Zapatero en plena retirada de embajadores y con Perejil en el alero tras el berrinche que se cogió Mohamed VI en el año 2002 cuando Aznar, con un soberano corte de mangas, se negó a apoyar el llamado Acuerdo Marco que ofrecía una autonomía a los saharauis bajo soberanía marroquí.