Moratinos yuyu
Javier Perote
Moratinos suda cuando se pone delante de un micrófono, y suda mucho porque miente mucho. Pretende engañarnos a todos en la cuestión del Sáhara pero sólo engaña a quién quiere dejarse engañar. Desde que lo metieron a Ministro, sólo ha dicho una verdad: que es afrancesado; lo cual que lo suyo es hacer el francés.
El plan Baker no le gusta al zumbón de Rabat, ni en Paris. Pero don Moratinos, que es político talentoso, ya ha encontrado la solución para el Sáhara; el sólo, sin despeinarse, y nos la ofrece gratis, cosa que es de agradecer: una dinámica negociadora que puedan aceptar ambas partes.
Con esto, está todo dicho, y no se considera necesario explicar en que consiste esta dinámica, ni en que se diferencia de las dinámicas anteriores de anteriores planes.
Hasta ahora, no ha habido problema por falta de dinámicas negociadoras. Lo que ocurre es que la familia de los Mojámed tiene la sorprendente costumbre de pasarse por el arco del triunfo todas las dinámicas, una tras otra, porque siempre tienen a mano un político que les haga el francés.
Como no sea del gusto de Mojámed, este último invento de Moratinos se lo pasará por su sitio, y al Moratinos también. Ya antes cruzaron altívamente por los bajos Ana y otros pacientes ministros. Mientras se iba dialogando.
Mohamed sólo se tomó un respiro en este ritual cuando le llegó el turno a Aznar, que lo suyo es el catalán, no el francés
Para llegar a la dinámica negociadora es necesario cambiar las actuales resoluciones del Consejo de Seguridad, que es por donde le sangra la herida a Marruecos. Para ello reservan el trabajo sucio a Álvaro de Soto a quién se pretende dotar de amplios poderes para que elabore una nueva propuesta que favorezca a Marruecos y conseguir que sea aprobada en el Consejo de Seguridad.
Moratinos y sus "compas" cuentan con que Don Álvaro no se haga el estrecho y no le haga ascos al oficio, y que además pague la cama, cosa que previsiblemente aceptará, como hizo su paisano Cuellar. Lo tienen todo previsto. De no ser así estarían atacando en otras direcciónes.
El Plan Baker, que se ha ganado en el Consejo de Seguridad por quince a cero, supone el máximo de renuncias a que el pueblo saharaui puede llegar; lo siguiente sería renunciar a su derecho a la independencia. Al Polisario no le entusiasma este plan, pero no obstante lo ha aceptado. El que no lo ha aceptado es Marruecos, por lo que es seguro que cualquier modificación que se quiera introducir será para favorecer a este último. Este Plan BakerII ofrece todas las posibilidades de dialogo y entendimiento sin que sea necesario añadir ni cambiar nada
El Sr. Moratinos, nunca ha reconocido públicamente que, con arreglo al derecho internacional, la razón está del lado saharaui, ni ha recordado el dictamen del TIJ de La Haya, ni las resoluciones de la ONU que condenan explícitamente la ocupación del Sahara por Marruecos, ni las invitaciones hechas a este país para que abandone el territorio etc.
Desde que está en el cargo, sus palabras han sido confusas, y sólo ante la actitud de los partidos y la presión de la opinión pública ha empezado a cambiar su discurso. No obstante, sigue en el lenguaje ambiguo y eufemístico, cuya última manifestación es esa dinámica que seguimos sin saber en que va a consistir; y que no lo dice. No quiere descubrir su juego hasta no tenerlo todo bien atado.
En todos los tejemanejes que se trae, nos asegura que se tendrá presente el derecho de autodeterminación de los saharauis pero todavía no ha pedido públicamente a Marruecos que respete ese derecho, que es por donde tiene que empezar; lo cual hace que sus palabras sean poco creíbles.
Moratinos, desde el principio, ha estado jugando a dos tapetes y ahora tiene la pistza hecha un lío, por eso suda cuando trata de explicarse delante de un micrófono. Han pasado en poco tiempo de ser pareja de hecho con Mojámed a consumar un matrimonio morosexual que les obliga a mucho.
Todo esto nos lleva a pensar que el Sr. Moratinos es yuyu.
El anticolonialismo y la lucha por la libertad de los pueblos han sido las principales señas de identidad de la izquierda
Los socialistas deben preguntarse (muchos nos preguntamos) qué clase de izquierdismo es el que profesa su partido que defiende el colonialismo y a un régimen teocrático y oligarca que tiene a su pueblo sumido en la miseria. También deben preguntarse cuales son los intereses que se persiguen con estos apoyos y quienes son los que se benefician directamente por ello, que los tienen cerca. Su silencio les hace cómplices de esta nueva traición al pueblo saharaui y es muestra de docilidad y borreguismo.
Viva el Sáhara libre 07-10-04