No parece necesario hacer grandes elucubraciones mentales para concluir
que, a fecha de hoy, el PSOE es un enemigo de la Causa Saharaui. Las
decisiones tomadas desde que ha accedido al poder han barrido cualquier
atisbo de duda sobre su posición real respecto del Conflicto del
Sahara Occidental. Dos días antes de las manifestaciones de
Atocha y Ferraz me decía un parlamentario saharaui, miembro de
la Comisión de Defensa, que los equipos y armamento
recientemente adquiridos a España, por Marruecos, ya estaban
instalados a lo largo del Muro marroquí en el Sahara Occidental.
El reciente Informe de Ban ki Moon, así, lo corrobora.
Cuando la Sra.
Trinidad Jiménez Reina pasó a ocupar la Secretaría
de Estado para Iberoamérica, se actuó deprisa para
nombrar un nuevo responsable de la Política Internacional del
PSOE. Desde este partido se justificó tal nombramiento “en la
necesidad de permitir un mayor margen de maniobra al nuevo responsable
de Política Internacional del PSOE”.
Curiosamente,
donde primero se ha notado esa amplitud del margen de maniobra ha sido
en el asunto del Sahara Occidental. Así, Elena Valenciano, no
sintiéndose compelida por el corsé institucional del
Estado, ha exteriorizado de forma clara y nítida el pensamiento
que anida en el PSOE respecto de este conflicto: “apoyar a Marruecos
para anexionarse el Sahara Occidental”.
Dispuesta a
reflejar la premura de este partido por resolver el conflicto en poco
más de seis meses, ha llegado a anunciar laintención de mandar una delegación al Sahara a fin de convencer al POLISARIO para que acepte la autonomía [Noticias arso 08.04.07]
. Es evidente que esta Delegación, quien la anuncia y quien la
encabeza, no representa al Estado español. Tampoco representa al
Gobierno de España. Tan sólo representa al PSOE y, en su
nombre y representación, quiere convencernos para que aceptemos
la autonomía en Marruecos.
Pero como quiera
que los saharauis no han depuesto las armas, en 1991, para terminar
aceptando una autonomía, cuesta trabajo entender que el emisario
de la autonomía, Sr. Pedro Zerolo, esté presente en una
Manifestación que justamente, se dice, combate eso.
Pedro Zerolo, en
efecto, no ha podido viajar a los Campamentos, pero el PSOE ha
aprovechado la jaima del Movimiento Solidario, con el
beneplácito de éste, para que el emisario de la
autonomía se abrace, foto incluida, con algún Delegado
del POLISARIO. Para nuestra mayor perplejidad, tampoco consta que tal
emisario, aún habiendo estado en tal sitio se haya desdicho de
las alabanzas socialistas al proyecto marroquí de la
autonomía, ni que haya firmado el Manifiesto propuesto por los
convocantes del acto.
En esa misma jaima, también, estaba el Sr. Alonso Rodriguez, un hombre cuyo Informe
, oportunamente remitido a Ban Ki Moon, alaba el respeto de los
Derechos Humanos en las Zonas Ocupadas y bendice la solución de
la autonomía propuesta por Marruecos.
Los saharauis,
al firmar el alto el fuego en 1991, esperaban ver florecer un robusto
Movimiento Solidario que, basándose en la indestructible
superioridad moral de la Causa Saharaui, iba a ser capaz de penetrar en
las cúpulas de los partidos políticos para hacer aflorar
los valores de justicia universal, que son la base de su misma
existencia. Lo que no se esperaban era que los partidos, guiados por
intereses menos nobles, iban a ser capaces de penetrar y controlar el
Movimiento Solidario.
Huneifa ibnu Abi Rabiaa; ibnuabirabiaa@yahoo.es
26.04.07