La libertad es un derecho largamente reclamado por el hombre. Y sangre y sudor ha costado su reconocimiento y protección por los textos constitucionales de los Estados modernos. Pero no han sido ni los Estados ni los Gobiernos los que han conseguido los actuales niveles de libertad, sino el hombre individual y colectivamente considerado. Los actuales niveles de libertad que se respiran en el mundo, son el resultado de una larga lucha de los hombres y las mujeres en su afán por amanecer cada día más libres.

Quien esto escribe no cree que lo que, aquí, denuncia pueda ampararse en la libertad de expresión. Determinados artículos aparecidos en estas nobles páginas, creo, que lejos de situarse en el ámbito de la libertad de expresión se sitúan, directamente, en el ámbito del insulto. Toda crítica es bienvenida y es sano ejercitarla. Pero es extraordinariamente difícil conformarse con un cierto tono de desprecio hacia lo que, muchos saharauis, sentimos como propio.

El F. POLISARIO es de todos los saharauis. Criticar su gestión es tan legítimo como aplaudirla, pero de ahí a insultar hay una larga distancia. Y cuestionar su condición de único representante del pueblo saharaui, me parece inadmisible. Francamente, no me parece aceptable que en esta web, auténtico buque insignia de la Causa saharaui, se esté calificando continuamente a nuestro Movimiento de Liberación Nacional como "pequeño movimiento". Oponerse a la celebración de una efeméride tan memorable como la del 27 de febrero, me parece ajeno a toda crítica. Y aún en el caso de que sobre los saharauis se cierne alguna calamidad bíblica, oponerse a los festejos de la proclamación de la República, lo considero como un hostil acto enemigo. Cabe decir lo mismo de la acusación formulada, en francés, en estas mismas páginas, según la cual el POLISARIO ha prohibido la autorización a una ONG saharaui.

Muy a mi pesar, cada vez más, me cuesta identificarme con la deriva de esta web. Ciertamente, amo la libertad. Y sobre todo, amo la libertad de expresión. Pero no puedo seguir compartiendo el mismo púlpito con quienes insultan y atacan a nuestros símbolos más sagrados. Y, por otra parte, tampoco puedo emigrar hacia otro hogar y dejar de escribir en esta web que desde hace mucho tiempo es la página principal del ordenador.

Con este artículo, y esta vez a cara descubierta, quisiera rendir un singular homenaje a la proclamación de nuestra República con ocasión de su próximo aniversario. Y, también, al F. POLISARIO que, a pesar de sus penas y glorias, lo seguimos sintiendo como nuestro.

Haddamin Moulud Said, alias Huneifa ibnu Abi Rabiaa.
 (ibnuabirabiaa@yahoo.es)
19.02.07