Huneifa ibnu Abi Rabiaa
Desde hace algún tiempo venimos asistiendo al nacimiento de
nuevas entidades hasta ahora desconocidas para la sociedad saharaui.
Son organizaciones cívicas de reciente creación que nacen
en el seno de la sociedad y reclaman nuestra atención, cuando no
nuestra pertenencia. De vez en cuando salta la noticia, a menudo
alrededor del té, sobre la creación de una nueva
organización que a priori enamora. Pero luego se olvidan.
Digamos que nacen para satisfacer las necesidades, quizás
mediáticas, del momento.
Curiosamente estas organizaciones reclaman, todas, lo más
genuino de las esencias del POLISARIO. Parecen sentirse guardianes del
ideario polisario. Parece como si sus miembros tuvieran alguna mariana
aparición que les revelara la deriva de nuestra Dirección
Política. Y, entonces, se juntan y crean organizaciones que
vienen a defender exactamente lo que marca la letra gruesa del
POLISARIO.
Identificándose sus miembros o sin identificar, todos sabemos
que tales miembros son hijos de nuestra revolución y
representan, en buena medida, lo más granado de nuestra
sociedad. Y, con alguna mediática excepción, persiguen
nobles objetivos. No podemos, por tanto, sino reconocer que lo que les
anima a crear dichas organizaciones es el celo por la Justa Causa del
pueblo saharaui.
Pero, afortunadamente, la grandeza del POLISARIO es tal que ni siquiera
estas organizaciones han sido capaces de ser un poco más
originales a la hora de buscarse nombres. Bastan dos ejemplos: “F.
POLISARIO Jat Chahid” y “Grupo Toda la Patria o el Martirio”. Es decir,
parecen afirmar que no existe, al margen del POLISARIO, ninguna
posibilidad verosímil de dirigir a la sociedad saharaui hasta
alcanzar la independencia total.
Estas organizaciones no han podido aportar ninguna novedad
ideológica o política al ideario del POLISARIO. Lejos de
eso, se alimentan de él. Recurren a ese ideario para
denominarse, rellenar sus folletines y así atraer a los
incautos. Lo que viene a decir, que sus diferencias con la
Dirección Política radican en el modo de llevar a la
praxis ese ideario.
Y llegados a este punto tengo que decirle al Sr. Khaled, que toda
crítica es bienvenida. Pero si la emigración no se
organiza y se estructura de un modo sólido, no será
posible ni previsible que sus críticas puedan surtir efecto.
Pero es más, sería deseable que además de
criticar, se tuviera capacidad para articular propuestas dignas. En
cuanto a la RENOVACIÓN DEL COMPROMISO DE MILITANCIA con el
POLISARIO, lo digo y lo reafirmo. La lógica y el sentido
común aconsejan renovar ese compromiso desde la certeza de que
no hay alternativa posible, ni la habrá, al POLISARIO. En contra
de lo que dice Usted, ser militante de una organización, no
pertenece a ningún museo de ninguna guerra fría. No hay
ninguna organización política que se digne de tal nombre
que no tenga militantes dispuestos a dar su tiempo y dinero por esa
organización. Tenga la seguridad de que, Usted, yo y todos, por
muy dentro que llevemos la Causa Saharaui, no llevaremos esa Causa a
ninguna parte sino es militando en la organización
política del POLISARIO.
Pero volviendo al asunto de la proliferación de
organizaciones. Todo este asunto de las nuevas organizaciones que van
surgiendo, no es más que la expresión de un malestar
generalizado en la sociedad dada la situación que vivimos. Pero
lejos de lo que pregonan los creadores de estas organizaciones, el
asunto tiene una única cura: refortalecer al POLISARIO,
organizándose y encuadrándose, la emigración, en
el seno del mismo.
Probablemente la razón que explica el rebrote de estas
organizaciones resida en la parquedad de la información que
transmite el POLISARIO. Ciertamente, éste, no ha mostrado mayor
interés en trasmitir su mensaje a la sociedad con la nitidez
suficiente. Urge llevar a cabo, pues, una intensa campaña
explicativa de las decisiones últimamente tomadas en
relación al destino de nuestra Justa Causa. La última
moda de tomar las decisiones en el “búnker” del poder y la
tendencia a plegarse hacia dentro cuando tales decisiones resulten
impopulares, en lugar de salir a la calle para explicar su
justificación y necesidad políticas, son las que explican
el rebrote de este tipo de organizaciones.
Finalmente, quien esto escribe, ha tenido a bien conversar con el
Presidente de la Asociación de Inmigrantes Saharauis en
Valencia, donde parece que ha saltado la noticia de la reciente
creación del “Grupo o Corriente Toda la Patria o el Martirio”,
para recabar su opinión y la de su asociación. Don Lehbib
Brahim Labeid, afirma que ese asunto no tiene nada que ver ni con
él ni con la Asociación que dirige. Y que lejos de eso,
la Asociación trabaja para fortalecer la lucha del pueblo
saharaui bajo la dirección del F. POLISARIO.
Huneifa ibnu Abi Rabiaa, a 14 de Sha’aban del año XXIV de la
creación del F. POLISARIO.