Huneifa ibnu Abi Rabiaa
La redacción de la carta
enviada a Zapatero, por CEAS,
después de su 2ª Asamblea celebrada en Septiembre de 2007,
en Vaciamadrid, aconseja realizar las puntualizaciones siguientes:
Desde el año 1975 el Sáhara Occidental se haya
ilegalmente ocupado por Marruecos. Desde esa fecha, las tropas
marroquíes ocupan un territorio que invadieron por la fuerza,
negándose a cumplir las resoluciones aprobadas por la ONU y la
UA, al tiempo que violan masivamente los derechos humanos en las zonas
ocupadas.
En lugar de este primer
párrafo, sería más
correcto empezar diciendo: En 1975, España, abandonó el
Sahara Occidental en una grave violación de la legalidad
internacional, dejando de lado sus compromisos y obligaciones
internacionales. Y desde ese momento, los sucesivos gobiernos de la
democracia española han venido haciendo oídos sordos al
clamor popular para reparar esa herida.
Como potencia descolonizadora ((Grave
error. España no es una
potencia descolonizadora. España no ha descolonizado nada.
España es la potencia vendedora. España es la potencia
que, violando la legalidad internacional firmó un acuerdo ilegal
para que los vecinos del Sahara se lo repartieran. Por tanto, no puede
la CEAS calificar a España como potencia descolonizadora puesto
que no se ha descolonizado nada. Lo único que ha hecho
España ha sido dividir y vender, no ha descolonizado
nada)), España es responsable política y
legalmente del
origen de esta guerra colonial ((no
es una guerra colonial. Es una
guerra contra la ocupación ilegal. Por favor, no confundamos los
términos: España era la potencia colonizadora; Marruecos
es la potencia ocupante)) y, por ende, de la situación de
injusticia y de sufrimiento del pueblo saharaui ((Dudo mucho que
España le esté infligiendo sufrimiento alguno al pueblo
saharaui. Lejos de ello, los pueblos de España sudan la gota
gorda para ayudar al sufrido pueblo saharaui. Por ende, España
es responsable de la prolongación y mantenimiento de la
situación de ocupación ilegal. España, a fecha de
hoy, sigue prolongando la vida y vigencia de un acuerdo ilegal, en
virtud del cual Marruecos ocupa el Sahara y le inflinge inenarrables
sufrimientos)). Nuestro país abandonó
precipitadamente el
Sáhara ((lo de
precipitadamente sobra. Lo esencial es que ese
abandono es contrario a los compromisos y obligaciones internacionales
de España)) frente al chantaje que supuso la Marcha
Verde,
incumpliendo todos sus compromisos respecto a la descolonización
de su última colonia, actitud que se mantiene en la actualidad
((Qué actitud?
¿España mantiene en la actualidad
la actitud del abandono precipitado? O se mantiene y persiste en su
actitud contraria a sus compromisos y obligaciones internacionales,
reconociendo como válido un acuerdo ilegal?)), a pesar de
seguir
siendo la potencia administradora según Naciones Unidas.
Sr. Presidente, el sufrimiento del pueblo saharaui lo sentimos como
propio y no entendemos el evidente abandono del PSOE y de los Gobiernos
socialistas desde una posición de principios relacionada con una
larga tradición socialista de apoyo a las causas de libertad.
((¿Dónde está la
prueba del algodón que
certifica que la tradición del PSOE es el apoyo a las causas de
libertad? Aún en el supuesto inverosímil de que exista
tal tradición, a caso no se puede considerar que desde la
traición de González, Saavedra, Jiménez Reina, ZP,
etc, tal tradición ha quebrado. Si hace veinte (1982)
años que esa tradición de apoyo a las causas de libertad
ha quebrado, porqué nos empeñamos en seguir
reafirmándola? En todo caso, corresponde a la maquinaria del
PSOE publicitar tal tradición, nosotros que sufrimos su
quebrantamiento, no.))
El Gobierno del Presidente Suárez decidió un embargo de
armas a Marruecos y cuando, posteriormente, firmó en febrero de
1978 un Acuerdo Pesquero con dicho país, que afectaba al banco
pesquero saharaui, se encontró con la radical oposición
del PSOE (( Ahora, no hay más
remedio que considerar tal
oposición como pura medida electoral)) que había
ya
asumido la causa de la libertad e independencia saharaui como bandera
propia ((NO ES VERDAD. El PSOE
jamás asumió la causa de
la libertad e independencia saharaui como bandera propia. En todo caso
la asumió como bandera electoral)).
Tras su legada al poder en 1982, la política de los distintos Gobiernos socialistas, viene marcada, sin embargo, por un claro distanciamiento de esta posición respecto al conflicto del Sáhara a favor de las posiciones de Marruecos (( porque, en efecto, esa Causa Saharaui, nunca ha tenido, para el PSOE, una consideración distinta a la de mera bandera electoral)).
¿Qué queda de aquellos años de compromiso, de
principios, de concienciar a la sociedad sobre la justicia de su causa,
de reconocer que el conflicto del Sáhara es un conflicto de
descolonización, y como tal, su solución radica en el
principio básico contenido en la Carta de las Naciones Unidas y
detallado en las resoluciones 1514 y 1541? ((Qué queda? No queda
nada. Era puro humo electoral)) España, dirigida por un
Gobierno
socialista, no debe oponerse al derecho a la autodeterminación a
través de un referéndum libre y justo que permita al
pueblo saharaui decidir libremente su futuro entre varias opciones: la
independencia, la integración y la libre asociación.
Es perceptible ((De perceptible,
nada. Es claro, rotundo y
nítido que, para el PSOE, la referencia a esos principios es
pura propaganda electoral )) que ha habido una clara
modificación en la política hacia el norte de
África, lo que ha convertido las referencias a estos
propósitos del PSOE en una mera acción electoralista. Ya
no se habla del referéndum, ni del Plan de arreglo, ni de los
acuerdos de Houston que Marruecos había firmado y que
España, bajo Gobierno socialista había defendido en la
ONU ((Nunca un gobierno socialista ha
defendido eso. Ha votado a favor,
si. Pero nunca lo ha defendido)). Ya no se habla del Plan Baker,
que
fue aprobado por la ONU.
No es comprensible esa evolución hacia lo que es anti-socialista
y contrario a los principios básicos de un Gobierno
democrático y de progreso, ((Reitero
que lo de Gobierno
democrático y de progreso corresponde a la maquinaria del PSOE
publicitarlo, no a quines lo sufren)) como es la de la libertad
de
pueblos oprimidos por fuerzas extranjeras. No supimos tal vez leer
correctamente sus palabras pronunciadas en Julio de 2002, (( ¿no
supieron o no quisieron? Porque por aquél entonces había
sido denunciado su significado)) siendo líder de la
oposición socialista, en la Escuela de Verano de las Juventudes
Socialistas: “No creo que más autodeterminación,
más nacionalismo o el germen de Estados independientes sea una
garantía de progreso para los pueblos”...” Hay que ser
solidarios con los saharauis, pero no estar atados a errores del pasado
impregnados de una falsa visión romántica “. ((Esa “falsa
visión romántica” es la auténtica posición
reaccionaria del PSOE. Juzgar de “falsa visión romántica”
una aspiración amparada en imbatibles e irrefutables argumentos
de legalidad internacional es propio de partidos reaccionarios. Y esa
es, lo quiera ver CEAS o no, la idea que anida en Ferraz)) Ahora
se
comprende mejor el gravísimo mensaje ideológico y
político que encerraban esas palabras, (( ¿Ahora? Y
cuando viajó a Marruecos estando aún en la
oposición, con el antecedente de Gonzáles, tampoco
despertó sospecha alguna? Tampoco, entonces, se
comprendió nada? )) porque encontraron su
plasmación
concreta en el curso de su último viaje a Marruecos, cuando dijo
ante las cámaras que acogía con interés la
propuesta marroquí de autonomía, como vía de
solución al conflicto.
España, al igual que Marruecos, no puede decidir el destino de
un territorio que no le pertenece y menos todavía en contra de
la voluntad del pueblo de ese territorio y en abierta violación
de la legalidad internacional. España debe, en todo caso,
limitarse a apoyar cualquier decisión que tome el pueblo
saharaui sobre su futuro y sobre el futuro del Territorio
((España, antes que eso, debe
denunciar los Acuerdos Tripartitos
de Madrid, entonces se resolvería el nudo gordiano de la
cuestión)). Es una posición de mínimos que
está justificada por una sencilla referencia a las resoluciones
de la ONU. ((No hay nada sencillo.
España, la octava potencia
mundial, tiene que asumir sus errores y repararlos, comenzando por la
denuncia de los Acuerdos Tripartitos de Madrid y asumir,
también, las consecuencias que de ello derivan))
Nos sentimos defraudados Sr. Presidente, porque al abandonar una
política de principios anclada en las mejores tradiciones
solidarias socialistas (( De tanto
repetir que esos principios
están anclados en la mejor tradición socialista, ya no
sabemos si quien habla es Pepe Blanco o Pepe Taboada)), y tras
cuatro
años de gobierno, se ha caído en una posición que
en definitiva satisface a la política agresiva de una
monarquía absoluta que se aferra a un expansionismo
anacrónico y, al mismo tiempo, se ha dejado de lado el
sufrimiento y la razón de ser de un pueblo que, como el
Palestino o el de Timor, lucha por su derecho a existir.
Hoy es difícil ocultar que esta política ha sido
configurada como respuesta a lo que podemos llamar “chantaje velado”
formulado por el Gobierno marroquí en términos
inequívocos ((Crasso error.
Esta política no ha sido
configurada como respuesta a ningún chantaje.
Difícilmente, una potencia como España se deje chantajear
por un país tan pobre como Marruecos, sino es porque quiere.
Esta política ha sido configurada, por el PSOE, como la mejor
política para España, no es, pues, la respuesta a
ningún chantaje. Si alguien tiene un solo dato que revele una
intención distinta, ruego encarecidamente que lo alegue. Pero
que sea un dato basado en hechos reales, no en dichos electorales))
En
efecto, el Ministro delegado para Asuntos Exteriores de Marruecos, y
hombre de confianza del rey Mohamed VI, Taieb Fessi Fehri, lo formula
así: “La buena marcha de nuestras relaciones -con España-
depende en un 90 por ciento de lo que diga España sobre el
Sáhara”.
Cuando el Frente POLISARIO presentó su propuesta, basada en la
necesidad de organizar un referéndum de autodeterminación
con todas las opciones ya acordadas en anteriores Planes de Paz, junto
al ofrecimiento de relaciones privilegiadas con Marruecos en el caso de
que dicho referéndum conduzca a la independencia, España
mantuvo silencio total, en lugar de “acoger con el mismo interés
esta propuesta”.
Ahora bien, decir que “los principios que han defendido unos y otros
no
han trasformado nada las cosas” y “que llevamos 30 años sin
solución”, es no tener una posición propia y al mismo
tiempo significa colocar al mismo nivel dos posiciones totalmente
distintas: la legalidad internacional con todas sus Resoluciones y la
posición intransigente de las autoridades marroquíes de
no aceptar ni una sola de esas Resoluciones. ((Tampoco las acepta el
PSOE ni las defiende))
Queremos llamar su atención sobre ciertos elementos relacionados
con la maniobra marroquí de la llamada “autonomía”. La
propuesta es inaceptable porque presupone que el territorio del
Sáhara Occidental es territorio marroquí. A día de
hoy, ningún organismo internacional ni ningún Gobierno
del mundo han reconocido a Marruecos esa pretensión de
soberanía. ((Es verdad que
ningún Organismo Internacional
ha reconocido esa pretensión, pero también es verdad que
el PSOE lo ha reconocido: ¿Eso de las aguas marroquíes,
que ZP dijo en el mitin de Tenerife, qué era entonces?
¿Se acuerdan de Negrín?)) Hay una ocupación
de
hecho que la ONU en su resolución 3437(1979) calificó de
“ocupación militar”.
Ello serviría para ofrecer mejores perspectivas a las actuales
negociaciones iniciadas en junio en Manhasset entre el F. POLISARIO y
el Reino de Marruecos. En el curso de estas rondas se ha podido ver que
Marruecos no viene para negociar en el marco de los términos de
la Resolución 1754 del Consejo de seguridad que reconoce que
existen sobre la mesa dos propuestas de solución, y no
sólo la propuesta marroquí. Marruecos no viene con buena
fe. Viene para intentar imponer su propuesta, que había sido
acogida con interés por el Gobierno socialista (( Es que a estas
alturas alguien puede dudar de la posición reaccionaria del
PSOE)). Si no logra implicar a la ONU en el proceso de
imposición, lo más probable, según las propias
estimaciones saharauis, es que Marruecos se retire del proceso, lo cual
dejaría abierta las puertas para todas las posibilidades y para
todos los riesgos.
Le exigimos, Señor Presidente, una posición
pública de defensa de los derechos humanos en el Sahara
Occidental. Los organismos humanitarios de la ONU y las Organizaciones
no gubernamentales, como Amnistía Internacional, han demostrado
que Marruecos viola de forma sistemática esos derechos en el
territorio que ocupa del Sahara Occidental. (( Pero sobre todo, hay que
exigirle la denuncia de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, porque en
definitiva, la defensa de los Derechos Humanos habrá que
exigirla tanto si el Sahara es independiente como si es integrado o
autónomo en Marruecos)) Hasta ahora, puede que hayan
habido
gestiones secretas o privadas, pero ante una cuestión de este
calado, solo las posiciones públicas podrían marcar la
diferencia y ayudar a que la tortura, las violaciones sexuales de
presos o detenidos, las palizas, las detenciones arbitrarias,
allanamientos de domicilios a altas horas de la noche y desapariciones
de personas..., dejen de producirse en el Sahara Occidental. Marruecos
ha transformado el Sahara Occidental en una enorme prisión que,
nadie que no tenga la autorización previa de las autoridades
marroquíes, puede visitar. Las visitas de las famosas
delegaciones del Parlamento Europeo y del Parlamento español,
fueron vetadas hasta hoy día por Rabat.
Desde el movimiento de solidaridad exigimos la implicación de su
Gobierno en la defensa del derecho a la autodeterminación e
independencia en el Sáhara Occidental, y que rectifique su
actual política antes de que sea demasiado tarde ((Eso de “antes
de que sea demasiado tarde qué significa? ¿antes de que
desaparezca el pueblo saharaui o antes de que el movimiento solidario
cambie su mansa actitud)), y que defienda la búsqueda de
una
solución justa y definitiva, en un proceso de
descolonización que no supimos concluir cuando era su momento.
Somos muchos los españoles que podemos llegar a fijar nuestras
posiciones electorales en asuntos aparentemente menores de la
política nacional o internacional, pero con una carga
ética y moral de gran calado y que pueden marcar la diferencia
entre las distintas opciones en las próximas elecciones, siendo
éste, a veces, el único argumento y papel que se nos
permite, en tanto que ciudadanos y ciudadanas que forman parte de un
Estado de Derecho.
Huneifa ibnu Abi Rabiaa, a 27 de Ramadhan del año XXIV de la
fundación del F.POLISARIO.
10.10.07