Nada. Ya nada  pude justificar la inacción. No hay nada que justifique que sigamos esperando que "alguien, alguna vez haga algo" por nosotros. La espera nos ha desesperado y el otrora esperado referéndum, más tarde pasado por autonomía y que ahora Annan lo quiere cambiar por la "realpolitik" ya ni siquiera entusiasma y nosotros seguimos enviando cartas y denunciando "maniobras contra la causa", mientras, Jalihenna Uld Rachid ("Jalihelhum" recordarán los mayores"), un camaleón del tardo franquismo que se vende al mejor postor, reaparece en nuestra escena y trata de revendernos.

El Plan marroquí de autonomía, ha sido ya rechazado por el POLISARIO, pero eso no es suficiente. El referéndum, rechazado por Marruecos e ignorado por la ONU, comienza a parecer huérfano y naturalmente, los saharauis (oprimidos) no debemos ser los que  lo adoptemos. Una fórmula que contemple la independencia de la RASD y conserve algunas ventajas económicas y de seguridad a Marruecos puede ser la contrapropuesta saharaui a al plan de Marruecos.

Evidentemente, hay líderes, en momentos específicos de la historia, que tienen la clarividencia, la audacia y la visión de adelantarse a su tiempo, ver el futuro y llevar a sus pueblos por derroteros  victoriosos, Luali, Ghandi, Mandela, George Washington y otros, vieron, con toda claridad, el camino hacia su objetivo y soportaron todas las adversidades del camino (o dieron su vida) hasta llevar a sus pueblos a ocupar su lugar en la historia. Por más justa que sea una causa y soy de los que creen que no hay un conflicto internacional en la actualidad, donde la legalidad internacional está más clara que el contencioso saharaui, no se pueden vencer todos los obstáculos, solo con tener una causa justa. Hacen falta personas, hombres y mujeres con visión de futuro y con responsabilidad para tomar las decisiones oportunas en los momentos claves y esos, desgraciadamente, brillan por su ausencia en el ámbito político POLISARIO actual....... pero también en Jat Achahid.

Qué se puede hacer para paliar estas ausencias? Cómo podemos, entre todos, salvar nuestra causa y bajarnos de este tren sin  rumbo cierto, sin esperar la próxima estación del 31 de octubre? Tamek, uno de los saharauis que han sufrido, en carne propia, la cólera del criminal rey, ha dicho, claramente, que el POLISARIO tiene que tomar decisiones claras y reaccionar rápidamente ante el nuevo escenario. No hacerle caso, sería un suicidio político y una bofetada a los indomables héroes de la intifada.

No se puede relegar el trabajo diplomático, al mes anterior a cada resolución de la ONU, ni hay nada que justifique tener a una sopa de ineptos, incompetentes y gastados física y mentalmente como la columna vertebral de la diplomacia saharaui, mientras brillantes jóvenes universitarios, combinan sus labores en los campos ibéricos y en los campamentos de refugiados con charlas, artículos y debates  para promocionar su causa. "Jalihelhum" y CO. deben sentir que nuestra fuerza no está solo en la justeza de nuestra causa. Los trasvestidos y sus amos no pueden seguir burlándose de nuestra paciencia.

Es de imperiosa necesidad organizar un congreso extraordinario, una conferencia nacional o un debate, entre todos los saharauis que creen en nuestro derecho a existir, no importa su relación pasada o actual, personal o colectiva con la actual dirección, para trazar un plan de acción para un futuro sin la ONU. El guiño de Annan, en su último informe, de que nadie va a presionar a Marruecos, hay que tomarlo muy en serio, si no queremos que el próximo informe nos pille desprevenidos, recordad aquello de "al listo con un guiño y al tonto con el puño". No hacerlo, no solo demostraría nuestra dependencia de este moribundo organismo, sino y mucho más peligroso, nos privaría de tener una respuesta preparada para cuando ya la presencia de la MINURSO empiece a ser un estorbo y ese momento, para bien o para mal, puede llegar antes de lo esperado. Incluso antes del cercano fin del mismísimo Annan.

Ali Sidahmed-Baba

05.05.06