Con estas línes me gustaría responder a una llamada ONG, ASVIPO, que realizó el pasado viernes día venticinco de abril, una conferencia en la localidad catalana de Lloret de Mar.
Parece ser que la estrategia utilizada por el Majzem respecto al Sáhara ha cambiado, hace un tiempo los refugiados de los Campamentos eran « mendigos y mercenarios argelinos », ahora son « nuestros hermanos marroquíes, secuestrados en los Campos de Tinduf, por el Polisario ». ¿Por qué ese cambio ? Porque desde hace un tiempo han aparecido unas organizaciones auspiciadas por la DST y difundidas por la MAP : ASVIPO, PARVERTI, ASOCAPO, ADESETI, cuyos objetivos, dicen, son luchar por los derechos de los « secuestrados de Tinduf » , que viven en condiciones lamentables por culpa del Polisario.
En todo caso será por culpa de la invasión marroquí que obligó a sus padres o a sus abuelos a huir a la Hamada argelina.
Reclaman una línea telefónica que permita la comunicación entre familiares separados, en los Campamentos hay teléfonos, pero se les olvida decir que fué Marruecos quién construyó los muros y quien separó a las familias, se les olvida decir que el Sáhara Occidental es, hoy en día, como un inmenso campo de concentración donde son gravemente conculcados los DDHH y donde los saharauis han sufrido y sufren una brutal represión.
Y por fin y es por esta causa, el motivo de esta, mi carta, acusan a ACAPS (Associació Catalana d'Amics del Poble Sahrauí) y al Frente Polisario de utilizar a niños inocentes con fines propagandísticos al mismo tiempo que lanzan un llamamiento a la sociedad civil para que no colaboremos en bien de los niños y para no causarles traumas psicológicos cuando tengan que regresar.
El proyecto de « Vacaciones en Paz » es uno de los más populares y conocidos por la sociedad catalana, el que más repercusión mediática conlleva, el que provoca más implicación por parte de ciudadanos y ciudadanas, que acogen, acogemos, a estos pequeños en nuestros hogares.
No utilizamos a los niños, les acogemos y les tratamos como a hijos propios, les queremos y mantenemos lazos de relación con sus familias biológicas, mediante el teléfono y a través de los viajes a los Campamentos que ACAPS organiza cada año. Los pequeños hijos del desierto vienen contentos, con el beneplácito de sus padres, reciben atención médica, una alimentación equilibrada y conocen otras culturas y otras maneras de vivir, a su vez, nuestros hijos se educan en el respeto y la tolerancia y aprenden a compartir, que es, al fin y al cabo, en lo que consiste la solidaridad. Cuando se van, lo hacen felices de regresar al hogar y contentos de haber pasado unas buenas vacaciones. Si gozar de unos días de descanso, lejos de nuestra residencia habitual, dedicados a la diversión y al sano esparcimiento conllevara, al regresar a nuestra vida de obligaciones y trabajo, un trauma, seguro que las vacaciones se habrían suprimido hace tiempo.
En cuanto al objetivo político que persigue el proyecto, jamás se ha ocultado, es más se nos pide nuestra implicación, como ciudadanos en éste. ¿Cúal es ? Apoyar el Plan de Paz de la ONU, y exigir desde nuestro ámbito, sea cual fuere, el cumplimiento de los Acuerdos de Houston para la celebración de un Referéndum libre y limpio en el Sáhara Occidental.
Dice Ana Tortajada, en su libro « Hijas de la arena », que se hace difícil encontrar una persona que no conozca, que no sepa de alguien que ha tenido un pequeño saharaui en su hogar. Es bien cierto, y ahí les duele.
El pasado verano llegaron a Cataluña 800 niños que fueron acogidos en 168 municipios a lo largo y ancho de nuestra Comunidad, que fueron agasajados y recibidos por el Parlamento, Ayuntamientos, Consejos Comarcales etc. como lo que son : pequeños embajadores de su país : la RASD.
Participamos y seguiremos participando en cuantas fiestas, reuniones recepciones seamos convocados y recibiremos y atenderemos a los medios de comunicación que se hagan eco del evento. Con todos nuestros medios contribuiremos a romper el muro de silencio que rodea el contencioso del Sáhara Occidental hasta que nos convirtamos en una sola voz que exija el cumplimiento de la Legalidad Internacional.
Por último, animo a todas las personas que lean esta carta a pasar un verano diferente, unas vacaciones solidarias, a que escuchen la historia que los pequeños saharauis nos vienen a explicar, una historia dramática hecha de traiciones e injusticias pero también de esperanza y de fe en la creencia de que la Razón acabará imponiéndose a la Sinrazón.
Gracias por escucharme.
30.03.04