Naciones Unidas
S/2000/683Consejo de Seguridad
Distr. general
12 de julio de 2000
Español
Original: inglés
I. Introducción
1. El presente informe se presenta en cumplimiento de la resolución 1301 (2000) del Consejo de Seguridad, de 31 de mayo de 2000, en que el Consejo prorrogó el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) hasta el 31 de julio de 2000 y me pidió que le presentara una evaluación de la situación antes de que concluyera dicho mandato. El Consejo de Seguridad actuó con la esperanza de que las partes, el Reino de Marruecos y el Frente Popular para la Liberación de Saguía el&endash;Hamra y de Río de Oro (Frente POLISARIO) presentaran a mi Enviado Personal, James Baker III, propuestas concretas y específicas en que puedan convenir a fin de solucionar los múltiples problemas relacionados con la aplicación del plan de arreglo y examinaran todos los medios para lograr una solución pronta, duradera y convenida de la controversia respecto del Sáhara Occidental. El presente informe abarca los acontecimientos producidos desde que presenté mi anterior informe al Consejo, con fecha 22 de mayo de 2000 (S/2000/461).
II. Acontecimientos durante el período de que se informa A. Segunda reunión de las partes celebrada bajo los auspicios del Enviado Personal del Secretario General (Londres, 28 de junio de 2000)
2. En virtud de lo dispuesto en la
resolución 1301 (2000) del Consejo de Seguridad, se
invitó a las partes a reunirse en Londres, el 28 de junio de
2000, bajo los auspicios de mi Enviado Personal. En la carta de
invitación se especificaba que el debate se celebraría
en las mismas condiciones que las aplicadas en la reunión de
mayo, a saber, que las conversaciones serían privadas y
directas y que no se consideraría convenido definitivamente
ningún asunto hasta que se hubieran convenido todas las
cuestiones pendientes. También se invitó a participar a
la reunión de Londres, en condición de observadores, a
los dos países vecinos, Argelia y Mauritania. En las
conversaciones se produjo un intercambio de opiniones franco y pleno.
Mi Enviado Personal pidió a cada una de las partes que
presentara sus propuestas.
3. El Frente POLISARIO consideró que se planteaban problemas
en dos ámbitos: la tramitación del proceso de
apelación y la repatriación de los refugiados. En
cuanto al proceso de apelación, el Frente POLISARIO
reiteró su voluntad de cooperar con las Naciones Unidas para
resolver todos los problemas encontrados en la aplicación del
plan de arreglo y examinar todas las propuestas que formularan las
Naciones Unidas con el objetivo de dar comienzo al proceso de
apelación. En cuanto a la repatriación de los
refugiados, el Frente POLISARIO reconfirmó su compromiso de
seguir cooperando con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el cumplimiento de su
misión, de conformidad con las prácticas y principios
normales relativos a la repatriación.
4. El Frente POLISARIO también reafirmó su
determinación de aplicar las medidas de fortalecimiento de la
confianza propuestas por el ACNUR y su adhesión al plan de
arreglo y a los Acuerdos de Houston. El Frente POLISARIO
también reiteró su promesa de respetar los resultados
del referéndum sobre la libre determinación y
expresó su esperanza de que Marruecos hiciera lo propio. La
delegación del Frente POLISARIO hizo hincapié en que
correspondía al Consejo de Seguridad adoptar las medidas
necesarias para velar por que se respetaran los resultados del
referéndum. Sin embargo, el Frente POLISARIO no
presentó propuestas concretas para resolver los
múltiples problemas del plan de arreglo sobre las que las
partes pudieran llegar a un acuerdo.
5. Marruecos informó de cuatro aspectos que, en su entender,
impedían la aplicación del plan de arreglo, a saber, la
tramitación del proceso de apelación; el cambio del
resultado de la identificación de unos 7.000 solicitantes que,
en la opinión de Marruecos, deberían volver a la
condición original; la repatriación de refugiados
saharauis; y la cuestión de los saharauis que alcanzaron la
edad de votar después de diciembre de 1993 pero que no se han
incluido en el proceso de identificación. Según
Marruecos, se debería identificar a dichas personas o, por lo
menos, se les debería permitir apelar, a fin de que todos los
saharuis participen en el referéndum. Marruecos
añadió que no intervendría en un
referéndum en que no se permitiera participar a los saharuis
que pudieran tener derecho a ello. En la opinión de Marruecos,
el derecho a la libre determinación entraña el derecho
de todos los saharauis de decidir su destino.
6. En cuanto al proceso de apelación, Marruecos
manifestó su preocupación por dos aspectos, a saber, la
admisibilidad de las apelaciones, que consideraba debía
limitarse a un examen de cuestiones de procedimiento cuando las
apelaciones se remitiesen a la Sala de Apelaciones, y el testimonio
concurrente de dos dirigentes tribales (sheikhs), que Marruecos
consideró inaceptables, ya que perjudicarían a los
apelantes, tal como había ocurrido durante el proceso de
identificación. Marruecos no convendría en que los
nuevos testigos prestaran declaración ante los sheikhs del
Frente POLISARIO.
7. En cuanto a la repatriación de los refugiados, Marruecos
consideraba que el ACNUR debería determinar los deseos de
todos los refugiados y que, por razones de seguridad,
económicas y políticas, la repatriación no
podría ocurrir al este de la berma. Marruecos también
reiteró su voluntad de cooperar con el ACNUR en la
aplicación de las medidas de fortalecimiento de la confianza y
esperaba que la repatriación terminara antes del fin del
año 2000. Marruecos prometió respaldar todos los
esfuerzos de las Naciones Unidas encaminados a encarar las
injusticias que, en su opinión, se habían cometido
contra miles de auténticos saharauis y seguir sinceramente
asociado a las Naciones Unidas en la búsqueda de una
solución definitiva para la cuestión del Sáhara
Occidental. Sin embargo, Marruecos no presentó propuestas
concretas para resolver los múltiples problemas del plan de
arreglo sobre las que las partes pudieran llegar a un acuerdo.
8. Además de los ámbitos en que se plantean problemas,
destacados por las partes, mi Enviado Personal indicó que, en
su opinión, seguían sin resolverse otras cuestiones: la
aplicación de los resultados del referéndum, la
liberación de los prisioneros de guerra y de los detenidos
políticos saharauis, y posibles problemas conexos a la
aplicación del código de conducta para la
campaña del referéndum. Mi Enviado Personal
también expresó preocupación porque hasta el
momento las partes no han negociado los problemas y porque
todavía existe entre ellas un alto nivel de animosidad. En su
opinión, ninguna de las partes ha demostrado
disposición alguna de abandonar la mentalidad de "el ganador
lleva todo" ni parece dispuesta a examinar ninguna posible
solución política en que cada parte obtendría
algo, pero no todo, de lo deseado y que permitiría a la
contraparte lograr otro tanto. Después de pedir a las partes
que presentaran propuestas concretas para superar sus diferencias, y
de no recibir ninguna, mi Enviado Personal expresó la
opinión de que, habida cuenta de ello, la reunión, en
lugar de resolver problemas, en realidad había hecho
retroceder la situación, ya que se habían ahondado las
diferencias entre las partes.
9. Mi Enviado Personal procedió a hacer un llamamiento a las
partes porque, aun cuando aparentemente no habrá una
solución política inminente a los problemas, no se debe
considerar que el regreso a la violencia sea una alternativa
aceptable. Pidió a las partes que se reunieran nuevamente a
fin de llegar a una solución política y explicó
que, para lograr dicha solución, hay varias opciones. Se
podría llegar a un acuerdo negociado para la
integración plena del Sáhara Occidental con Marruecos,
o para la independencia plena, aunque en su opinión ninguna de
esas propuestas parecía probable. Además, un acuerdo
negociado podría permitir llegar a una solución
intermedia entre esos dos resultados. Otra posible solución
sería un acuerdo que permitiera la ejecución exitosa
del plan de arreglo. Reiteró a las partes que, en caso de que
decidieran convenir en examinar una solución política
distinta del plan de arreglo, ello no perjudicaría sus
posiciones finales ya que, según las reglas aplicables a las
consultas, nada quedaría convenido hasta que todo estuviera
convenido.
10. Al clausurar la reunión, mi Enviado Personal pidió
a las partes que participaran en las reuniones que habrán de
celebrarse en Ginebra a nivel de expertos a fin de encarar las
cuestiones de las apelaciones, los prisioneros de guerra y los
refugiados. Con tal fin, mi Representante Especial, Sr. William
Eagleton, y el Adjunto de mi Enviado Personal, Sr. John R. Bolton,
visitarán Ginebra más tarde este mes a fin de reunirse
con representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja
(CICR), el ACNUR y las partes.
11. Deseo aprovechar esta oportunidad para expresar mi agradecimiento
al Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte por haber sido una vez más el anfitrión de estas
importantes conversaciones.
B. Otros acontecimientos
12. Durante el período de
que se informa, mi Representante Especial y el Presidente de la
Comisión de Identificación mantuvieron contactos con
las partes en Rabat y Tinduf para velar por el seguimiento de la
aplicación de las disposiciones de la resolución 1301
(2000) del Consejo de Seguridad. Como parte de sus consultas
periódicas, mi Representante Especial se reunió, los
días 12 y 13 de junio, con el Secretario de Estado de
Relaciones Exteriores de Marruecos, Sr. Taieb Fassi Fihri, y con el
Representante Especial de Marruecos ante las Naciones Unidas, Sr.
Ahmed Snoussi. El 19 de junio se reunió con el Secretario
General del Frente POLISARIO, Sr. Mohamed Abdelaziz, y con el
Coordinador del Frente POLISARIO con la MINURSO, Sr. M'hamed
Khaddad.
13. De paso hacia el Oriente Medio, el 17 de junio de 2000
visité brevemente el Reino de Marruecos, en donde me
reuní con el Rey Mohammed VI y con el Príncipe Moulay
Rachid.
C. Proceso de apelación
14. Durante el período de
que se informa, el Presidente de la Comisión de
Identificación prosiguió sus consultas con los
coordinadores del Gobierno de Marruecos y del Frente POLISARIO en lo
relativo a la aplicación del programa de trabajo de la
Comisión.
15. La Comisión de Identificación ha
prácticamente completado su labor de procesamiento de datos y
análisis de los archivos recibidos en la primera ronda de
apelaciones. Se realizó un inventario amplio de todos los
archivos de identificación y apelación, que
permitió el registro computadorizado de todos los formularios
y los documentos que se encontraban en los archivos, así como
tener un acceso fácil y comunicaciones en línea con
todas las secciones de la Sala de Apelaciones. La Comisión ha
finalizado un amplio plan de investigaciones familiares, con miras a
resolver los pedidos de apelación relativos a la existencia de
familiares inmediatos incluidos en las listas provisionales de
votantes.
16. Después de una reunión de los miembros de la
Comisión de Identificación, celebrada en Agadir los
días 27 y 28 de mayo de 2000, se dio punto final a un manual
de capacitación, que tiene por objetivo velar por que en la
aplicación de las disposiciones de los procedimientos de
apelación y de las directivas operacionales se aplique un
modus operandi uniforme, y también a una carpeta de
capacitación que contiene todos los documentos y directrices
pertinentes sobre el uso del programa informático empleado
para la tramitación de las solicitudes de admisión. El
12 de junio de 2000 comenzaron en Laayoune programas de
capacitación de una semana de duración para todo el
personal de la Comisión, que se completarán el mes
próximo.
17. Se ha preparado y presentado oficiosamente a las partes un
proyecto de programa de trabajo sobre el examen técnico de la
admisibilidad. Entretanto, después de la publicación de
la segunda parte de la lista provisional de votantes, la
Comisión sigue procesando y analizando los datos de 54.889
expedientes de apelación.
18. Deseo dejar constancia de mi agradecimiento por la estrecha
cooperación brindada a la MINURSO por la delegación de
observadores de la Organización de la Unidad Africana (OUA),
encabezada por el Embajador Yilma Tadesse (Etiopía), en apoyo
de la aplicación del plan de arreglo. La presencia de la OUA
presta un valioso servicio, ya que brinda información a los
dignatarios y delegaciones visitantes sobre la situación
actual de la aplicación del plan.
D. Aspectos militares
19. Al 3 de julio de 2000, el
componente militar de la MINURSO tenía el total autorizado de
230 efectivos militares (véase el anexo). Bajo el mando del
General Claude Buze (Bélgica), el componente militar
siguió supervisando la cesación del fuego entre el Real
Ejército de Marruecos y las fuerzas militares del Frente
POLISARIO, que entró en vigor el 6 de septiembre de 1991.
Durante el período de que se informa siguió reinando la
calma en la región a cargo de la MINURSO. A pesar de un
notable aumento de las actividades de instrucción militar del
Frente POLISARIO, no hay indicios de que ninguna de las partes tenga
intenciones de reanudar las hostilidades en fecha próxima.
20. Se siguieron registrando progresos en la aplicación de los
acuerdos celebrados entre la MINURSO y las dos partes acerca de la
señalización y la destrucción de minas y de
municiones no detonadas y el intercambio de información
conexa. En el período comprendido entre el 13 mayo y el 3 de
julio de 2000, se señalaron 278 minas y municiones sin
explotar y se destruyeron 124 en el lado de Marruecos, mientras que
se señalaron 488 y se destruyeron 177 en el lado del Frente
POLISARIO.
E. Aspectos relacionados con la policía civil
21. El componente de policía civil de la MINURSO está integrado actualmente por 46 oficiales de policía civil, una reducción en comparación con los 80 que había en mayo, bajo el mando del Inspector General Om Prakash Rathor (India). Los oficiales de policía civil de la MINURSO siguen realizando tareas de protección de los archivos y del material confidencial en los centros de la Comisión de Identificación en Laayoune y Tinduf.
F. Trabajo preparatorio para la repatriación de los refugiados saharauis
22. Durante el período de
que se informa, el ACNUR, en consulta y cooperación estrecha
con la MINURSO, continuó su trabajo preparatorio para la
repatriación de los refugiados saharauis, según se
establece en el plan de arreglo. Si bien han proseguido las consultas
entre el ACNUR y las partes, se ha observado que ciertas actividades,
como las medidas de fortalecimiento de la confianza entre las
fronteras sólo podrán comenzar una vez que las partes y
los refugiados convengan en las modalidades de aplicación de
dichas medidas.
23. El ACNUR prosiguió sus actividades relacionadas con el
registro previo y la evaluación de las necesidades de los
refugiados en los campamentos de Tinduf, utilizando las listas
provisionales de votantes de la MINURSO. En la actualidad, el ACNUR
está realizando tareas de procesamiento electrónico de
datos de todos los refugiados preinscriptos, y posteriormente
completará la preinscripción de los refugiados que no
se encontraban en los campamentos en la etapa de
preinscripción. Como parte integral de sus obligaciones, el
ACNUR prevé realizar un censo en los campamentos a fin de
determinar el número de refugiados que no se incluyó en
la lista provisional de votantes de la MINURSO. Durante las tareas de
preinscripción y en otros contactos con los refugiados, la
gran mayoría de ellos siguió expresando su deseo de
regresar únicamente al territorio ubicado al este de la berma.
Hasta que se produzca la repatriación voluntaria de los
refugiados saharauis, el ACNUR seguirá aplicando su programa
de atención y asistencia de conservación en los
campamentos de Tinduf.
24. El Primer Ministro de Marruecos, Sr. Abderrahman
El&endash;Youssoufi, visitó las oficinas del ACNUR en Ginebra
el 27 de junio de 2000 y mantuvo una reunión de
cortesía con la Alta Comisionada. Se conversó sobre
cuestiones generales relacionadas con el mandato del ACNUR, entre
ellas la función del ACNUR en el contexto del plan de arreglo
y su programa de asistencia a los refugiados saharauis.
III. Aspectos financieros
25. La Asamblea General, en su
resolución 54/268, de 15 de junio de 2000, consignó la
suma de 49,3 millones de dólares, equivalente a una tasa
mensual de aproximadamente 4,1 millones de dólares, para el
mantenimiento de la MINURSO en el período comprendido entre el
1° de julio de 2000 y el 30 de junio de 2001. En consecuencia,
en caso de que el Consejo de Seguridad apruebe mi
recomendación, que figura en el párrafo 31 infra, el
costo del mantenimiento de la Misión se encontrará
dentro del margen mensual aprobado por la Asamblea General.
26. Al 30 de junio de 2000, las cuotas impagas a la cuenta especial
de la MINURSO ascendían a 73,4 millones de dólares. A
esa fecha, el total de las cuotas pendientes para todas las
operaciones de mantenimiento de la paz ascendía a 1.970,5
millones de dólares.
IV. Observaciones y recomendaciones
27. A pesar de los esfuerzos
desplegados por mi Enviado Personal, en la reunión celebrada
en Londres el28 de junio no se lograron progresos entre las partes en
la solución de ninguno de los múltiples problemas que
impiden la ejecución del plan de arreglo. De hecho,
según me señaló mi Enviado Personal, al igual
que lo hizo a las partes al finalizar las consultas, la
reunión, en lugar de resolver los problemas, hizo retroceder
la situación.
28. Después de señalar sus posiciones respectivas, que
ya eran conocidas, aparentemente ninguna de las partes deseaba
ofrecer propuesta concreta alguna para reducir las diferencias
mutuas. Ambas partes insistieron en un criterio de "el ganador lleva
todo" y no parecían dispuestas a examinar una solución
en que cada una de ellas obtendría algo, pero no todo, de lo
deseado. Tampoco estaban aparentemente dispuestas a dejar de lado la
animosidad mutua y comenzar a negociar una solución
política que podría resolver su controversia relativa
al Sáhara Occidental.
29. Tal como explicó a las partes mi Enviado Personal, una
solución política podría entrañar muchas
cosas pero, lo que es más importante, no sería una
solución militar. Una posible solución podría
ser: un acuerdo negociado para la plena integración con
Marruecos; un acuerdo negociado de plena independencia; un acuerdo
negociado con una posición intermedia; o un acuerdo negociado
que permitiría la ejecución exitosa del plan de
arreglo. No obstante, cabe observar que las posiciones de las partes
en la interpretación de alguna de las disposiciones del plan
de arreglo y los problemas encontrados en los últimos nueve
años para lograr su ejecución no son un buen augurio.
Obviamente, una solución política es muy preferible a
la ruptura del proceso, que podría dar lugar a que se
reanudaran las hostilidades, lo que debe evitarse a toda costa.
30. Concluyendo esta evaluación bastante pesimista de la
situación actual, desearía sugerir al Consejo de
Seguridad que reflexione sobre el problema de velar por que los
resultados del referéndum, una vez celebrado, sean respetados
por las partes. Al respecto, desearía recordar, tal como
señaló mi Enviado Personal a las partes durante la
reciente reunión en Londres, y como ya figura en el
párrafo 36 de mi informe de 26 de febrero de 2000
(S/2000/131), que el plan de arreglo no tiene previsto, ni es
probable que se proponga, ningún mecanismo coercitivo que
requiera el uso de medios militares para imponer los resultados.
31. A pesar de la falta de progresos en la reunión celebrada
en Londres, espero que en la próxima reunión a nivel de
expertos, que se celebrará en Ginebra sobre las cuestiones
relativas a las apelaciones, los prisioneros de guerra y los
refugiados, se puedan lograr algunos progresos. Después de
esas consultas, espero que mi Enviado Personal se vuelva a reunir con
las partes, en presencia de los dos países observadores, para
intentar una vez más resolver los múltiples problemas
relativos a la ejecución del plan de arreglo y tratar de
convenir algún otro tipo de solución política a
su controversia relativa al Sáhara Occidental. Entretanto,
recomiendo al Consejo de Seguridad que prorrogue el mandato de la
MINURSO por un período de tres meses, hasta el 31 de octubre
de 2000.