Testimonio del activista de Derechos Humanos y ex Preso
Político Yahdih Tarruzi (Ettarouzi), después de ser
liberado el 14 de
Julio de 2007 de la Cárcel Negra de El Aaiun
Me llamo Tarruzi Yehdih y soy un ex Preso Político y miembro del
Colectivo de Defensores de los Derechos Humanos Saharauis (CODESA).
Fui arrestado el 13 de abril de 2006 por agentes de la policía
marroquí en la ciudad de Tan Tan, al sur de Marruecos. Los
agentes me arrestaron en condiciones humillantes y represivas y me
llevaron a las dependencias de la policía judicial de El Aaiun.
Allí, fui interrogado y torturado por un grupo de los servicios
de seguridad marroquíes, quienes me acusaban de cometer
crímenes que no había cometido y que me encerraron en la
Cárcel Negra.
Me he tirado diez meses en esta prisión en las condiciones
más degradantes y difíciles imaginables, a consecuencia
de una sentencia impuesta por la segunda corte penal y después
de haber apelado el veredicto de un año que me había
impuesto la primera corte de El Aaiun.
Como ex Preso Político, he sufrido, junto a otros Presos
Políticos saharauis, la falta de las más elementales
condiciones de vida y los peores malos tratos y abusos. La
prisión ni siquiera garantiza las condiciones contenidas en la
Ley 23/98 (con todos sus aciertos y fallos). Aparte del sufrimiento
producido por la malnutrición, la falta de agua potable, la
deficiente asistencia médica, la inexistencia de
ventilación o de adecuadas condiciones higiénicas o el
excesivo agrupamiento de presos en las celdas, los presos, en especial
los Presos Políticos, afrontan cada día la
opresión de las autoridades carcelarias.
A pesar de los intentos de los Presos Políticos saharauis de
hacer frente a las violaciones de sus Derechos Humanos y de su esfuerzo
por ser tratados como Presos Políticos, la administración
de la prisión responde a sus peticiones con continuas torturas y
salvaje opresión. Todas estas prácticas salvajes contra
los Presos Políticos saharauis se coordinan con los servicios de
seguridad marroquíes, que en condiciones normales no
tendrían nada que ver con la administración de la
prisión.
Esta situación se mantuvo hasta el 19 de enero de 2007, cuando
los Presos Políticos saharauis fueron sorprendidos mientras
dormían con una salvaje y agresiva intervención llevada a
cabo por más de cuarenta guardas especiales de la
prisión, conocidos como "Les Paras". Los guardas vinieron a la
cárcel con el mero propósito de hacer desistir y
retractarse a los Presos Políticos saharauis de sus opiniones.
La intervención represiva de "Les Paras" fue dirigida por
Abd-Lilah Az-zunfri, director de la Cárcel Negra de El Aaiun,
Sahara Occidental.
La agresión de este grupo no se limitó a las celdas. Nos
llevaron a la sala de visitas y nos ataron a las sillas durante unas
doce horas. Durante todo este tiempo nos golpearon por todo el cuerpo y
nos sometieron a todo tipo de torturas humillantes y de castigos a
causa de nuestras ideas políticas.
Los torturadores se reían de nuestro sufrimiento
llamándonos "traidores" o "enemigos del país". Todas
estas prácticas represivas eran jaleadas por la
administración de la prisión, que ha hecho de estos
agentes sus instrumentos de tortura, abuso, asesinato y
ejecución de gente inocente.
Posteriormente nos castigaron en celdas separadas, impidiéndonos
comunicarnos unos con otros. Nos robaron nuestras escasas posesiones y
nos sometieron a estrecha vigilancia. Las autoridades impusieron una
situación especial de alerta en la prisión y suspendieron
nuestros derechos a tratamiento sanitario, alimentación
adecuada, información, etc.
Como consecuencia de esta situación, decidimos comenzar una
huelga de hambre para defender nuestra dignidad, que pronto se
convirtió en huelga de hambre indefinida, en protesta por las
duras condiciones y las torturas que estábamos sufriendo los
Presos Políticos saharauis en la cárcel. Esta huelga
duró más de 33 días sin respuesta positiva por
parte de la administración de la prisión ni asistencia
médica ante nuestra deteriorada salud. Finalmente, la justicia
marroquí escuchó nuestras quejas a través de
nuestras familias.
A pesar de nuestra agonía, la administración de la
prisión continuó con sus prácticas represivas,
sometiéndonos a una estrecha vigilancia. Y, por si todo este
sufrimiento no fuera suficiente, las autoridades decidieron castigar a
dos de nuestros camaradas, Lehbib Al-kasimi y Al-hafed Toubali,
encerrándoles en celdas de aislamiento (conocidas como
"Al-kashu"), celdas usadas por los agentes de la policía
marroquí como represión contra los Presos
Políticos saharauis en sus idas y venidas desde la cárcel
a los juzgados o al hospital. Así, pudimos presenciar casos como
los de Lehbib Al-kasimi y Al-hafed Toubali, Ah‚meidat Mohamed Salem, y
Abd-salam Lubadi.
El 11 de julio de 2007, justo antes de mi puesta en libertad, sufrimos
de nuevo la agresión de un grupo de guardas de la prisión
que nos golpearon y se llevaron todas nuestras pertenencias. El
director de la prisión les ordenó llevarnos a la sala de
visitas, donde yo, junto con Lehbib Al-kasimi, Al-hafed Toubali, Luali
Ameidan, Dida Abd-aslalm, Bachri Bin Taleb, Lubadi Abd-salam y Mahamud
Al-keinnan, fuimos sometidos a multitud de torturas sin ningún
tipo de misericordia.
Considerando las torturas a las que hemos sido sometidos por nuestras
ideas, creemos que también ha aumentado el sufrimiento de
nuestras familias, sometidas también a la agresión de las
autoridades penitenciarias durante sus visitas. Se les trata de forma
represiva que a veces incluye la violación o el uso de la
fuerza, privándoles de comunicarse con nosotros o la
información acerca de nuestra miserable situación.
Mientras tanto, las prácticas opresivas continúan; justo
dos días antes de mi liberación, el director de la
prisión, Abd-Lilah Az-zunfri, me provocó e
intimidó, diciendo que abriría un nuevo procedimiento
para arrestarme otra vez. Cuando salí de la cárcel,
estaba realmente asustado al ver dos coches de policía enfrente
de la puerta de la prisión, rodeados por los torturadores y por
el director de la policía, Abu Hassan Ichi y el oficial de la
policía, Abd Al-hag Rabih. A pesar de mi miedo, estaba feliz de
ver a miembros de mi familia y amigos de CODESA (Al-arbi Mas‚ud y
Brahim Al-Ismaili) que esperaban mi liberación en un ambiente de
extrema seguridad, con agentes que me acompañaron hasta el
distrito de "Matal-la", el cual se encontraba bajo control policial.
Al mismo tiempo, las administraciones de prisiones de El Aaiun
trasladaron a los Presos Políticos saharauis a la prisión
regional de "Ait Meloul". Entre los presos trasladados se encuentran
Ahmed Daudi, Zubeir Algarhi, Mohamed Salem Al-kasimi, Agdafna Minah y
los Presos Políticos Alamin Badi y Larosi Shubeida. Este
último fue llevado a la fuerza a la prisión regional de
Tizinit. Tampoco podemos olvidar el caso de la mujer saharaui Mariam
Ar-gueibi, trasladada a la prisión regional de Ait Meloul. La
justicia marroquí todavía se plantea reabrir en octubre
de 2007 los casos de los presos politicos saharauis Brahim Sabbar,
Ahmed Sbahi, Al-hafed Toubali, Lehbib Al-kasimi, Ahmeidan Mohamed
Salem and Abd-salam Lumadi por su entonación de eslóganes
en la cárcel y en la corte en demanda del derecho de
autodeterminación del Pueblo Saharaui.
Mientras tanto, los dos agentes policiales responsables del asesinato
del mártir saharaui Hamdi Lembarki, cumplen su condena de diez
años de prisión en las oficinas de la cárcel,
disfrutando de visitas familiares las 24 horas del día, acceso a
teléfono y a TV satélite. Esta política es una
clara prueba de la discriminación contra los Presos
Políticos saharauis, privados de sus más elementales
derechos como presos de opinión.
Después de haber contado parte del sufrimiento que pasé
en la cárcel junto con otros Presos Políticos saharauis,
quiero elogiar los esfuerzos de los observadores internacionales que
asistieron a nuestros juicios políticos. También valoro
el papel de los abogados saharauis que nos defendieron, así como
a las organizaciones de Derechos Humanos marroquíes e
internacionales, tales como Amnistía Internacional, la
Asociación de Derechos Humanos Marroquí, la
Comisión Internacional contra la Tortura en Suiza, el Alto
Comisionado para los Derechos Humanos de NU, la sección italiana
del Comité Internacional para el respeto de los Derechos Humanos
en el Sahara, la Asociación de Familiares de Presos y
Desaparecidos Saharauis, la Unión de Juristas Saharauis, el
Consejo de la Abogacía Española, así como las
organizaciones humanitarias, activistas de Derechos Humanos, jueces,
abogados, intelectuales, artistas, escritores, poetas,
políticos, sindicatos y gente sencilla que sigue muy de cerca la
crítica situación de los Derechos Humanos en el Sahara
Occidental. También quiero enfatizar el apoyo del pueblo
saharaui y de los activistas de Derechos Humanos saharauis que reflejan
en sus informes las batallas diarias de nuestra lucha, esta lucha que
llevamos a cabo junto con nuestras familias y todo el pueblo saharaui,
que se convirtió en nuestro ángel de la guarda en nuestra
lucha por el respeto de los Derechos Humanos en los territorios
ocupados del Sahara Occidental.
No quiero dejar pasar esta oportunidad para recordar con orgullo la
experiencia del grupo de Presos Políticos saharauis que pasaron
por esta cárcel y que se conoce como el "Grupo de los 37".
Gracias a su lucha, se pudieron revelar parte de las atrocidades que se
cometen dentro de esta horrible prisión, mostrando al mundo,
durante sus 52 días de huelga de hambre que la "Cárcel
Negra" de El Aaiun es una "tumba para vivos".
Finalmente, deseo hacer un llamamiento urgente a los amantes de la paz
en el mundo para que:
Se imponga el respeto a la legalidad internacional y se garantice
el derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui.
Se salve a los Presos Políticos saharauis de la horrible
Cárcel Negra de El Aaiun y se presione a Marruecos para que
libere a todos los Presos Políticos saharauis de las
cárceles marroquíes y se comience una campaña para
cerrar la Cárcel Negra de El Aaiun.
Se abra una investigación internacional sobre las brutales
violaciones de los Derechos Humanos cometidas por las autoridades
marroquíes contra gente inocente que solo expresa sus ideas y
protesta para que se respeten sus derechos.
Se aclaren las alegaciones de tortura presentadas por las
víctimas y se ponga a los responsables delante de la justicia
sin importar sus posiciones en las administraciones o en la justicia.
Se solicite a NU que la misión de MINURSO incluya la
vigilancia de los Derechos Humanos en los territorios ocupados.
Se publique el informe de la misión del Alto Comisionado
para los Derechos Humanos de NU, que visitó la región el
17 y 18 de mayo de 2006, y se pongan en práctica sus
recomendaciones.
Nota:
Lista de torturadores y los principales "jefes" de la Cárcel
Negra de El Aaiun:
1- Abd-Lilah Az-zunfri: director de la prisión.
2- Mohamed Al-mansuri: presidente del centro de detención.
3- Mohamed Al-buhzizi: vicepresidente del centro de detención.
4- Abd Al-ali Al-buhnani: vicepresidente del centro de detención.
5- Abdelkader Ait Sus: responsable de trabajos generales.
6- Abderrahim Al-harruchi: responsable de construcción y
trabajos generales.
7- Abderrazag Mugtasam: responsable de visitas y de cacheos.
8- Jamal Beiruk: presidente de la sección del centro.
9- Abdelhag Wahbi: cacheos.
10- Ahmed Alharrag: presidente de la oficina judicial de la
prisión (director de tercer nivel).
11- Yusef Al-manur: presidente de la oficina judicial de la
prisión (director de tercer nivel).
12- Ismail Bachari: presidente de un sector.
13- Idris Butib: enfermero.
14- Mustafa Al-azizi: enfermero.
15- Yusef Butiglidin: enfermero.
16- Abdelhag Fartamis: trasladado a la cárcel "Ramani".
17- Abdelhakim: trasladado a la prisión central de Al-kinetra.
Presentación técnica de la Cárcel Negra:
Director de la prisión: Abd-Lilah Az-zunfri. Es el
anterior director de la prisión de Al-kenitra. Vino a la
Cárcel Negra de El Aaiun el 14 de enero de 2007. Se le conoce
por su record en la tortura y humillación de presos.
Su número de oficina: 24/35.
Número de guardas: 62 guardas. 13 de ellos mujeres.