IV COMISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LA DESCOLONIZACIÓN DEL SÁHARA OCCIDENTAL

(4, 5 y 6 OCTUBRE, 2006)


Francisco José Alonso Rodríguez

Presidente Nacional de la Liga Española Pro-Derechos Humanos



Señor Presidente, Señores/as Embajadores, quisiera manifestarles en primer lugar mi agradecimiento, en nombre de la Liga Española Pro-Derechos Humanos, por darme la oportunidad de intervenir  un año más en esta Tribuna sobre uno de los conflictos más interesadamente oscurecidos, y por tanto más vergonzosos, del actual panorama Político Internacional.

Resulta intolerable que cerca de 180.000 saharauis permanezcan refugiados en los Campamentos en Tinduf (Argelia), en una de las regiones más inhóspitas del planeta, a merced exclusivamente de la ayuda Internacional Humanitaria. Por otra parte, sus hermanos que no pudieron escapar del Sáhara Occidental tras la Marcha Verde de 1975, no se encuentran en mejores condiciones. El alcance de la represión por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes en los territorios ocupados del Sáhara Occidental es de tal magnitud que, según AFAPREDESA (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis), prácticamente todas las familias tienen un pariente muerto, desaparecido o torturado. Entre estas prácticas represoras, podemos destacar las ejecuciones extrajudiciales o sumarias, las desapariciones forzosas, la práctica de la tortura, los procesos judiciales injustos, las detenciones arbitrarias, el estado de sitio, el bloqueo de informaciones,... así como una política de implantación de colonos para desnaturalizar la composición demográfica del territorio.
A pesar del oscurecimiento promovido por la actitud del Reino Marroquí, existen cifras y datos que denotan la gravedad de la represión cometida. Con respecto a los desaparecidos saharauis, se calcula que más de 500 saharauis permanecen todavía desaparecidos, al margen de los 310 liberados en 1991. Se han descubierto varios centros de detención secretos donde multitud de saharauis, junto a otros muchos opositores al régimen Marroquí, han sido detenidos.  Ninguno de estos centros han sido reconocidos por las Autoridades Marroquíes, excepto cuando algún detenido era liberado. Todavía existen centros de detención clandestinos que siguen funcionando, y algunas secciones de las fuerzas de seguridad siguen teniendo licencia para practicar detenciones secretas.

Con respecto a la tortura, práctica violatoria tan grave que su prohibición forma parte básica de la Legislación Internacional de Derechos Humanos, podemos decir que ningún funcionario ha sido condenado en un juicio por torturar a detenidos. Nunca se han realizado investigaciones sobre casos cuyas circunstancias no estaban aclaradas. Los permisos solicitados por las ONGs para realizar investigaciones han sido siempre denegados. Generalmente las denuncias por torturas son rechazadas por los Tribunales Marroquíes; y cuando son admitidas, se sobreseen inmediatamente, aunque las víctimas presenten como prueba las marcas y hematomas aún no curados, que las torturas les produjeron.

El factor común de todas estas violaciones de los Derechos Humanos no es otro que la impunidad. La pasividad de la Comunidad Internacional, sólo justificada retóricamente con tímidos intentos de presión ante Marruecos, permite que cientos de miles de saharauis vean diariamente violados sus Derechos Humanos.

Somos conscientes, sin embargo, de que, aún cuando existen mecanismos Internacionales suficientes para frenar estas violaciones de los Derechos Humanos, estos nunca estarán completamente protegidos hasta que se otorgue el Derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, mediante un Referéndum de Autodeterminación libre, transparente y justo.

Como ustedes conocen, se establece en el artículo primero del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ambos de obligado cumplimiento para el Reino de Marruecos), que todos los pueblos poseen el derecho de libre determinación. En este sentido, resultan ofensivas las palabras del Rey Marroquí Mohamed VI, con motivo del primer aniversario de la toma de posesión de su trono, en donde se refirió a la cuestión de la descolonización del Sáhara Occidental como una “querella artificial”.

No resulta novedoso señalar que todas las fases del proceso de paz se han visto retrasadas por Marruecos, quien persiste en su actitud de no colaborar con la misión de las Naciones Unidas, confirmando así su desinterés en resolver el conflicto Saharaui. Pero más preocupante resulta, aún,  la ineficacia e inoperancia de la Comunidad Internacional para hacer respetar la legalidad internacional y la protección de los Derechos Humanos del pueblo Saharaui.).

Actualmente, tras el último aplazamiento del Referéndum de Autodeterminación, se están diseñando escenarios alternativos que se salen fuera del marco del Plan de Paz, como por ejemplo, la llamada “tercera vía”. Esta propuesta,  supondría convertir el Sáhara Occidental en una provincia marroquí con una “cierta autonomía”. La argumentación en la que se fundamenta esta propuesta no es otra que considerar que esta tercera vía podría evitar la posibilidad de una nueva guerra en el  Sáhara Occidental.  Desde la Liga Española Pro-Derechos Humanos consideramos que la única resolución legítima del conflicto saharaui debe provenir de un Referéndum de Autodeterminación.

Con respecto a la posibilidad de una nueva escalada bélica, debemos señalar que un informe del Gobierno de Canarias. (La Comunidad española más cercana geográficamente al Sáhara Occidental) En donde se advierte que el peligro de una ruptura del alto el fuego por parte del Frente Polisario tiene cada vez más posibilidades de producirse. Desde la Liga Española Pro-Derechos Humanos,  avalamos dicho informe.

Quiero darles a Ustedes un mensaje que nos llega a la Liga Española Pro Derechos Humanos de la Comunidad de expresos Políticos Saharauis en Cárceles de Marruecos:
1º.- La falta de respeto de los Derechos Humanos en el Territorio Ocupado.
2º.- La gravedad de los Presos Políticos en huelga de hambre, en las Prisiones de Marruecos.
3º.- El no cumplimiento de las indemnizaciones prometidas por la Instancia Equidad y Reconciliación de Marruecos)

Desde esta Tribuna, pedimos a La Comunidad Internacional, y en especial a las Naciones Unidas (cuya credibilidad está implicada en dicho conflicto) que realicen las presiones diplomáticas necesarias para que las violaciones de los Derechos Humanos en los Territorios ocupados del Sáhara Occidental sean reconocidas y reparadas, así como el Referéndum de Autodeterminación se produzca –de una vez por todas– en el menor plazo de tiempo posible.

En un mundo, como el actual, en donde tantos muros han caído, todavía permanece en pie –más fortalecido que nunca– el muro del Sáhara Occidental. La Comunidad Internacional no debe (no puede) permitir tanto sufrimiento y tanto dolor de un pueblo, como el Saharaui, a todas luces inocente.

MUCHAS GRACIAS

Francisco José Alonso Rodríguez
Presidente Nacional Liga Española Pro-Derechos Humanos

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