VIÑETA: J.R. MORA
La celebración de los cincuenta años impuestos con mano dura de la monarquía alauita estuvieron esta vez bien arropados por el presidente español Rodríguez Zapatero, quien no ha dejado duda de su apoyo al monarca alauita al afirmar que la nación marroquí está y estará acompañada por el gobierno amigo español. El desmoronamiento de la situación política, social y económica, con su aislamiento de la familia africana y el letal conflicto con los saharauis fueron ingredientes que no se mencionaron en el discurso que Zapatero preparó para elogiar al tirano marroquí.
La frustración de los votantes de Zapatero y de los propios marroquíes cuestiona para siempre una "democracia europea" que se tambalea por la cercanía y presión de muchas complicidades, intereses y errores políticos... La revista marroquí independiente "Le Journal" titula en portada "Lo que nos cuesta la monarquía. 50 años de desmoronamiento". Nosotros los saharauis no confiamos en la línea política del PSOE desde la traición de Felipe González, quien en 1977 se comprometió a que su partido estaría con nosotros hasta la victoria final, calificando a Marruecos como "régimen reaccionario".
Con las palabras sobrecargadas de elogios a un régimen condenado por la organización regional africana, vemos que el presidente español ignora que la monarquía fue expulsada de esta organización por su invasión al Sahara y su política contraria a los principios de la carta de la Unión Africana, de la ONU y las organizaciones de Derechos Humanos. Zapatero ha ignorado la verdadera cara que siempre ha representado el régimen, al que han denunciado intelectuales marroquíes como Moumen Diouri, en su libro "¿A quién pertenece Marruecos?" y Abdellatif Laâbi que ha definido el Sahara como una enfermedad para Marruecos. Los más de 500 desaparecidos de nuestras familias, las fosas comunes, nuestros presos políticos hacinados en la cárceles, el lanzamiento de saharauis desde helicópteros, la brutal represión contra nuestra población en El Aaiun levantada contra su ocupación ilegal, el asesinato de la primera víctima de la Intifada Lembarki Hamdi y los treinta años de exilio de una parte de la población saharaui. Nunca olvidaremos las condecoraciones del gobierno español a militares criminales como Laanegri, que torturaron a nuestros hombres y violan a nuestras mujeres.
Otra cara más reciente de la democracia que elogia Zapatero, es el drama del abandono a los subsaharianos en el desierto. Creemos los saharauis que el "homenaje" que más ha merecido el aniversario fue el último informe del Parlamento Europeo, donde se condena enérgicamente al régimen marroquí por sus flagrantes violaciones de los derecho humanos en el Sahara Occidental o los informes de Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras. Parece que Zapatero ha olvidado la figura de Pablo Iglesias. En repetidas ocasiones fue a la cárcel por su activismo político. La primera por una huelga en 1882 y la última cuando tenía sesenta años. Modelo a seguir por su defensa de ideales justos. Nuestros presos políticos en las cárceles marroquíes son más de 40 y todos por un único ideal que es un Sahara Libre.
Bahia M.H. Awah, periodista saharaui
Generación de la Amistad
19.11.05