OPINION

 




LA VORÁGINE DE LA REALPOLITIK

Huneifa ibnu Abi Rabiaa


Qué es lo que ha cambiado para que lo que ayer era válido ya no lo sea hoy?.
 
La Encíclica de Juan XXIII ‘Pacem in terris’ (1963), que se posicionó a favor de la igualdad entre todos los hombres y pueblos y en contra del colonialismo, sigue alimentando, hoy día, los principios éticos morales de la cristiandad.

En el Islam no hay nada que se oponga a la liberación de los pueblos, más bien, se protege su libertad.

La doctrina de W. Wilson, quien defendió, tras la I Guerra Mundial, la soberanía de todos los pueblos, sigue formando parte del mejor acervo aportado por Norteamérica a la política y el derecho internacionales.

La Carta fundacional de NN.UU sigue en vigor, aunque la ONU haya perdido brillo.

Los hombres y mujeres de este mundo nuestro siguen, en apariencia, luchando con indomable voluntad, para que los Derechos Humanos, derecho de autodeterminación incluido, sean universales y alcancen a los más recónditos lugares del planeta.

De modo y manera que no tenemos nada a la vista que nos permita intuir que haya habido una variación de la que no hemos sido informados. Creíamos y seguimos creyendo que el mundo sigue defendiendo los principios de Igualdad, Libertad y Justicia.

 Si la Comunidad Internacional, Marruecos y España incluidos, había aceptado la idea de celebrar un referéndum en el Sáhara Occidental, qué es lo que ha cambiado para que ahora la deseche?.

Por un momento miremos hacia abajo. Miremos, por un momento, a la tierra. Dejémonos, por un instante, de mirar al cielo, donde reina la ley moral. Pongamos los pies en la tierra.

Aquí abajo. Concretamente aquí, debajo del paralelo 27’40, no reina la ley moral. Aquí reina y gobierna la ley de la fuerza bruta. Para que no suene agresiva en el oído, llamémosle: ‘Realpolitik’. Así, afrancesada, dulce, casi romántica.

En Marruecos somos víctimas de la locura y megalomanía del Rey, que ha atado la estabilidad del Trono a la anexión del Sahara Occidental. En Norteamérica, no somos víctimas del terrorismo internacional, somos víctimas del miedo americano al terrorismo internacional. Y en España, somos víctimas de un visionario llamado Zapatero que piensa, al igual que Bernabé López, que la inclusión del Sahara en Marruecos ayudará a democratizar Marruecos, culmen de su legado en política internacional. Frente a nosotros mismos, somos víctimas de una gestión más que criticable. Precisamente son las debilidades internas del POLISARIO las que dan alas a nuestros verdugos y colocan en su horizonte la visión de un Estado fallido (como Somalia) en caso de independencia.

Esperemos que antes de llegar al ecuador de las largas negociaciones de Manhasset, haya cambiado la actual coyuntura internacional, muy favorable a Marruecos. Pero habrá que trabajarla.

Por lo que respecta a las temidas negociaciones en Manhasset, su resultado no puede gustarnos. No por las negociaciones en sí mismas, sino por la finalidad que las distintas partes parecen perseguir con tales negociaciones.

Veamos un ejemplo. B. Lynn Pascoe,  secretario general adjunto de Naciones Unidas para asuntos políticos, declara: '' se inaugura una nueva fase en la búsqueda de una solución''. Eso de que la fase es nueva, da miedo. El mismo funcionario onusino, por si hubiera alguna duda, le desea ''buena suerte'' a los negociadores saharauis y marroquíes, señalando la completa disponibilidad de la organización internacional para aportar su apoyo al proceso de negociaciones ''sea cual sea el camino escogido". Es decir, a la ONU, le importa un rábano la legalidad de la solución final que se alcance por las partes.

Y, finalmente, no parece que haya mucho orden en la propia delegación saharaui. Mientras Brahim Gali, en sintonía con la percepción de los saharauis, declara que “El F. POLISARIO ha comprobado la existencia de una falta de voluntad y de seriedad por parte de la delegación marroquí en las negociaciones iniciadas el lunes en Manhasser”, sale uno de los asesores de la delegación saharuai, el Sr. Radhi Bachir Sagueyer, calificando de “éxito” las negociaciones y diciendo que “Todos hemos venido con buena voluntad y hemos podido discutir nuestra respectivas propuestas” “Todas las partes estamos haciendo esfuerzos por hallar una solución política y no hay un estancamiento”. Alguien podría mandarle a callarse.

Huneifa ibnu Abi Rabiaa. 20/06/2007.  ibnuabirabiaa@yahoo.es


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