OPINION

 

¡! POR LA LEGALIDAD INTERNACIONAL TAMBIÉN EN EL SÁHARA OCCIDENTAL!!

Francisco J. Guerrero Valle
Presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sahara

 

Hay que dar un impulso definitivo a la solución del conflicto del Sahara Occidental. Y España tiene un papel fundamental que desempeñar. Será muy difícil entender que el mismo gobierno que ha preconizado el derecho internacional en la guerra de Irak y la retirada de las tropas, no actúe de la misma manera y con la misma firmeza en el asunto del Sáhara Occidental.

El anterior gobierno de José María Aznar fue de la mano de Bush a hacer la guerra en Irak, contra la opinión de la comunidad internacional. ¿Va a ir el actual gobierno de Rodríguez Zapatero de la mano del presidente francés Chirac y Mohamed VI para imponer una solución al pueblo saharaui, contraria a lo acordado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? Es una de las preguntas que podría hacerse cualquiera de las miles de familias acogedoras en España de los niños y niñas saharauis.

La reciente estancia en España de nueve mil de ellos, en el marco del Programa Vacaciones en Paz, ha coincidido con las últimas declaraciones en Marruecos del Ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y del Secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León Gross, en los campamentos de refugiados de Tindouf. Declaraciones confusas, e incluso contradictorias, dando a entender a veces que "se puede prescindir" del llamado Plan Baker, pese a contar con el respaldo unánime del Consejo de Seguridad de la ONU, e incluso que el referéndum de autodeterminación "es inviable". Además piden ser flexibles, que debe haber una solución política consensuada, satisfactoria y aceptable por las dos partes, que es imprescindible hacer ajustes al Plan Baker, incluso si es necesario aparcarlo.

A aquellos que son defensores de los anteriores argumentos, hay que recordarles que el pueblo saharaui y su legítimo representante el Frente Polisario han sido flexibles hasta la extenuación durante estos últimos treinta años, en los que han sufrido la entrega vergonzosa del territorio saharaui a Marruecos, por la España colonial y franquista. Han tenido que hacer la guerra contra el invasor marroquí. Han aguantado los continuos olvidos de la comunidad internacional para hacer cumplir la legalidad internacional. Han soportado permanentemente que se premie a Marruecos por su reiterado bloqueo a los acuerdos de las Naciones Unidas. Llevan veintinueve años malviviendo en los campamentos de refugiados de Tindouf. Y los propios saharauis nos dicen que todo ello ha sido y es para la consecución de la independencia y no para formar parte de Marruecos. El pueblo saharaui apuesta por la vía democrática, pacífica y respetuosa del derecho internacional.

La solución política consensuada y satisfactoria para las dos partes es el Plan Baker, presentado en el 2003 por el ex secretario de Estado norteamericano. Contempla la celebración de elecciones autonómicas en el Sahara Occidental y, en un plazo máximo de cinco años, un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. El Frente Polisario lo ha aceptado. Marruecos no, al contrario, continúa bloqueando cualquier iniciativa que no contemple exclusivamente el apropiarse ilegítimamente del Sahara Occidental.

¿Los ajustes a los que se refieren no querrán decir que en la papeleta de votación del referéndum no pueda incluirse la pregunta de si los saharauis quieren ser independientes o no. Solo podría votarse autonomía?. Si es así, que lo digan claramente. Que digan que Rabat no acepta ya ningún referéndum que no sea para confirmar la instauración en el Sahara Occidental, bajo soberanía marroquí, de una autonomía limitada. Los dirigentes marroquíes saben que las estructuras de poder en Marruecos están muy centralizadas y temen que la fiebre "regionalista" se contagie a otras regiones con el Rif.

La paciencia saharaui es infinita. Es evidente que el establecer y mantener relaciones de buena vecindad con el reino de Marruecos, como con cualquier otro país, es muy positivo. Pero ello no puede llevarnos a actitudes injustas, sacrificando incluso los justos deseos de libertad del pueblo saharaui. Que solo se pueden satisfacer con un referéndum limpio en cuanto al censo y libre en su realización. Y que plantee, sin ningún genero de dudas, la posibilidad de elegir o no la independencia del Sahara Occidental como nuevo estado soberano en la comunidad de naciones.

Creemos que ha llegado la hora de ser claros y transparentes. La hora de situarnos con las víctimas o con el agresor. De estar aún más cerca del pueblo saharaui o de los intereses del palacio real marroquí.

Los próximos meses serán muy importantes para la manera de resolverse el conflicto. Y por eso el movimiento de solidaridad y apoyo a la causa del pueblo saharaui tiene que crecer. Los partidos políticos, sindicatos, instituciones públicas y privadas, asociaciones, ... que quieren un Sahara Occidental independiente deben incrementar su presión. Debemos poner en marcha iniciativas de todo tipo en las que se vayan incorporando personas que hasta el momento son espectadores de lo que ocurre, pero que tienen capacidad de influir en las decisiones de nuestros gobernantes.

La corriente de solidaridad con el pueblo saharaui es muy potente, aunque este asunto nunca aparezca en las encuestas de opinión. Sabemos que estamos ahí, de una forma silenciosa. Pero ya toca movilizarse. Es necesario que conozcan nuestro potencial y que nuestro mensaje sea muy claro: la justicia debe prevalecer siempre por encima de la ilegalidad, el derecho internacional frente al uso de la fuerza.

Francisco J. Guerrero Valle

Presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sahara.

28.08.04


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