OPINION

 

EL TRIBALISMO,
el tema tabú en el debate abierto

AZMAN AHMAD MAHMOUD

 
Llevar al debate un tema tan delicado e intencionadamente ignorado, siendo una realidad patente, sin herir sensibilidades ni levantar suspicacias es, sin duda, plausible. Nunca los saharauis nos hemos sentido cómodos tratando este asunto, y jamás nos hemos atrevido a abordar en un debate (abierto sea o cerrado) un tema que genera tanta división entre los hijos de la misma tierra, mas bien nos hemos dedicado a obviarlo y desviar la mirada hacía otro lado, ante el peligro que eso supone. Por ello, quiero dar las gracias y felicitar a Huneifa por su valentía y su objetividad a la hora de proyectar un asunto de tal índole.

Nuestra sociedad, y eso no lo digo yo, es una de las más anárquicas en el norte de Africa, pero esa anarquía se ve profanada por el sentimiento tribal que la rige, subsanar tal error cuesta caro, y la prueba de ello es el fracaso que cosechó la llamada "UNIÓN NACIONAL" (12/10/1975) donde se condenaba el tribalismo y se perseguía atrozmente después, cosa que provocó una explosión incontrolable y desmesurada cuando por fin se consiguió la "libertad de expresión" (las comillas bien pueden expresar los límites que ahí existen), a finales de los ochenta y principios de los noventa, ya saben, como reza el refrán árabe, AL-MAMNUÚ MARGHUB (LO PROHIBIDO DESEADO), eso puede explicar, en parte, el fervor que generó la desaparición de los límites antes mencionados, en detrimento del pueblo claro está.

Lo sorprendente de la cuestión, es que los jóvenes (nosotros) parecen tener un empeño en la búsqueda de perseguir los orígenes, inclusive aquellos que estudian en Europa, concretamente en España, no es extraño que con ocasión de conocer gente de tu mismo país te fulminan con la pregunta menos esperada, "¿de qué tribu eres?" y en el lugar menos indicado, ello indica la alarmante existencia de una moral tribalista en la juventud, máxime tratándose de generaciones que para mañana serían responsable de la construcción de un estado, tampoco sería extraño que la juventud sea excluida.

Mas allá de las anécdotas personales, en la vida social y política saharaui el tribalismo sigue presente, cómo se explica sino, que el nombramiento de un ministro, o cargo de menos categoría,  no se valore el nivel académico y/o intelectual del candidato, sino que la elección es basada en criterios, lamentablemente, tribalistas. Cómo podemos explicar la inoperancia e incompetencia de algunos responsables de nuestra administración, a que mas de una vez, lectores del foro, se preguntaron ¿y qué demonios pinta este aquí?, sin obtener ninguna respuesta y evitando, como siempre, relacionarlo con afinidades familiares (léase tribales).

Si mal no recuerdo, a lo largo de los años del exilio, se inició una honesta guerra contra el analfabetismo, en la cual vencimos todos y nos beneficiamos todos, pero el analfabetismo nos venció a nosotros en la cuestión tribalista, ¿cómo subsanar esa deficiencia?, todos los que componemos esta sociedad debemos movilizarnos para lograr tal objetivo, sobre todo, para evitar que las nuevas generación crezcan con ese pensamiento tan retrógrado.
En cuanto a aquellos, amigo Huneifa, que sostienen, con lánguidos argumentos, la existencia de superioridad entre tribus (al fin y al cabo hablan de personas), simplemente me limito a  felicitarles, con toda sinceridad, por su valiente ridiculez.

28.09.06
Azman Ahmad Mahmoud.
azman_a_m@yahoo.es


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