El Aaiun, 26 de febrero de 2005
A los defensores de los derechos humanos,
A todas las asociaciones de derechos humanos,
A todas aquellas instancias que velan por los derechos del hombre,
A todas las madres del mundo…
Me dirijo a toda la opinión pública con este llamado urgente, como esposa del preso político saharaui Mustafa Filal, registrado en la Cárcel Negra de El Aaiun como el preso nº 25501 y condenado a tres años de prisión incondicional y a una multa de 4.000 dirham, tras haber sido apresado el 15/10/2004 en la ciudad de El Aaiun ocupado. Fue acusado de tráfico de drogas mientras estaba en la cárcel y fue inculpado por funcionarios de la prisión. El, a su vez, los denunció al director de la prisión y al procurador del rey en el Tribunal de primera instancia de El Aaiun. Se trata de Mohamed Mansur y los funcionarios Legnemi Abdelatif y Mohamed Ben Misban. Después de que se informara a mi esposo de que su denuncia no había sido admitida a trámite, éste comenzó una huelga de hambre el 14/01/2005. Empezó la huelga para protestar por esa acusación que le fue imputada por los funcionarios de la cárcel, a la que se añadió la de incitación a la rebelión a los otros presos.
El procurador del rey ordenó al director de la prisión que abriera una investigación sobre el dossier nº 382/2004 y el procedimiento nº 551/2004, añadiendo a la investigación la acusación que le ha sido imputada dentro de la cárcel.
A consecuencia de esta huelga de hambre, que ha deteriorado gravemente la salud del preso, se le ha trasladado al hospital Ben El Mehdi de El Aaiun, donde se encuentra en una situación estable dentro de la gravedad.
He procedido ante estos hechos a dirigirme a través del correo:
Pero hasta el momento no se ha realizado ninguna aclaración sobre este asunto, ni ha habido respuesta a su petición de una entrevista con el procurador del rey, con el objetivo de negar y desmentir rotundamente esta acusación que le ha sido imputada dentro de la cárcel.
Como madre de cuatro hijos, el más pequeño de 18 días, pido vuestra rápida intervención ante el estado marroquí, con el objetivo de salvar la vida de mi esposo de estas graves acusaciones que atentan contra la dignidad humana. La salud de mi marido se encuentra al límite tras cumplir 1 mes y 17 días en una huelga de hambre indefinida.
Firma: Batul Al Mutauaquil, esposa del preso saharaui Mustafa Filal
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