INFORME DE POTOMAC-SAIS SOBRE EL NORTE DE AFRICA: ANALISIS COMPRADO,
INSTRUMENTALIZACION PARTIDISTA DEL MIEDO, MALA POLITICA.
Por: Jacob Mundy, Concerned
Africa Scholars, 14 abril de 2009
[ traduccion por Lih Beiruk de:
The
Potomac-SAIS report on North Africa: Paid Analysis, Partisan Fear
Mongering, Bad Policy
Jakob Mundy, Concerned Africa
Scholars, 14.04.09 ]
A finales de marzo, un dudoso think tank llamado Potomac Institute for
Policy studies publico un informe- en unión con el
programa de resolución de conflictos de la Escuela de Estudios
Internacionales Avanzados (SAIS) en la Universidad de Johns Hopkins- en
gran medida en apoyo de la propuesta de autonomía
marroquí para la solución del conflicto del Sahara
Occidental. Concebido como una propuesta para la política
de los Estados Unidos hacia África del Norte ( Why the Maghreb
Matters, Para que importa el Magreb?), el informe en cuestión es
a penas un velado esfuerzo por proveer de legitimidad política y
académica a una visión unilateral del conflicto del
Sahara Occidental. Dicho informe suscito una rápida y detallada
respuesta de la parte de la Unión de Escritores y
Periodistas Saharauis.
El grupo de trabajo del Potomac-SAIS se parece a una iniciativa
organizada por el Centro Americano Marroquí para la
política (MACP), un acreditado agente del Reino de Marruecos.
Si bien es imposible encontrar la huella del pensamiento de MACP
en el informe, sin embargo, es un secreto a voces en Washington que
este proyecto, que culmina con el informe del Potomac- SAIS,
había estado elaborándose durante meses. Y, no debe
sorprender que, en ese momento, las recomendaciones del informe
`pretenden asimilar los intereses de los Estados Unidos a los de la
Monarquía Marroquí. Pagar por la política siempre
ha sido lo normal en Washington.
El informe de Potomac- SAIS se vanagloria de ser “ el resultado de un
grupo de trabajo independiente para un tema de suma importancia para la
política exterior de los Estados Unidos, cuando de lo que se
trata es de un grupo de trayectorias y perspectivas diversas que
difícilmente pueden llegar a un elocuente consenso. Por otra
parte, “los miembros del grupo de trabajo son solicitados para dar su
apoyo a un consenso significando que ellos apoyan la política
general de ideas y de juicios a que ha llegado el grupo, apoyando
así a cada una de las recomendaciones”. Entonces, aunque parece
que todos están de acuerdo, no podemos necesariamente decir que
cada uno de los signatarios sea responsable del contenido del informe.
A parte de el Dr.William Zartman- profesor emérito del
SAIS, cuyas posiciones promarroquies son harto conocidas- no existe en
el grupo ningún experto reconocido que tenga un trabajo serio
publicado sobre el conflicto del Sahara Occidental. Los efectos
partidarios de los prejuicios de Zartman están bastante
claros en el informe. No obstante ello los argumentos a que se
recurre en el informe pecan de toda una serie de tergiversaciones,
falacias y contradicciones. Si se traducen en la política
actual, se convertirían en contraproducentes en el mejor de los
casos, o en una catástrofe, en el peor.
Otros dos nombres asociados al informe de Potomac-SAIS, sin embargo,
sugieren la intención real que hay detrás el informe: el
General Wesley Clark y Madeline Albright, dos importantes figuras del
Partido Demócrata. Mientras que la iniciativa marroquí de
autonomía tuvo muy buena acogida por la administración
republicana precedente, la administración de Obama
todavía no ha esbozado una clara política respecto al
conflicto. El mismo día en que fue publicado el informe de
Potomac-SAIS, Edward Kennedy insta a su gran amigo Obama a apoyar el
derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación bajo el
derecho internacional, derecho al que Marruecos se opone firmemente.
Con nombres como Clark y Albright, el lobby pro marroquí
obviamente busca hacer una incursión en los medios del partido
Demócrata.
Antes de examinar las insuficiencias del informe de Potomac-SAIS, es
preciso remontarse a algunos de realidades históricas
sobresalientes en el Sahara Occidental. El conflicto saharaui se
remonta a noviembre de 1975, cuando Marruecos amenazo con invadir el
territorio que entonces era una colonia española, amenaza que
obligo a Madrid a abandonar el territorio por temor a “una guerra
colonial”. El pueblo del Sahara Occidental ya había desarrollado
una conciencia nacional, y de acuerdo con el informe de las Naciones
unidas de 1975, los saharauis se integraron en el movimiento pro
independentista Frente POLISARIO, fundado en 1973. Desde principios de
los años 1960, las Naciones unidas se han pronunciado por la
autodeterminación incluida la independencia para el Sahara
Occidental, y hasta hoy las Naciones unidas siguen considerando al
Sahara Occidental como un Territorio No Autónomo – una colonia.
Por ello, ningún país en el mundo reconoce hoy la
soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, una clara
indicación del apoyo internacional a la
autodeterminación. Y teniendo en cuenta el hecho de que
Marruecos rechaza la celebración de un referéndum sobre
la independencia, resulta fácil deducir el hecho de que la
mayoría de los saharauis optaría por la independencia.
Argelia apoyo al Sahara Occidental por razones ideológicas
(autodeterminación), y por los intereses de seguridad
regional (poniendo freno así a las ambiciones
marroquíes). Marruecos, como es lógico, niega la
existencia de un autentico nacionalismo saharaui y ve la independencia
del Sahara Occidental únicamente como una expansión de la
hegemonía regional de Argelia. Francia y los Estados Unidos han
apoyado tradicionalmente a Marruecos porque Marruecos sirve los
intereses Franco-Americanos en el Mediterráneo, en África
y en Medio Oriente, y porque un referéndum sobre la
independencia en el Sahara Occidental puede desestabilizar a Marruecos
deslegitimando a la monarquía. Con todo, en 1991 se instaura una
misión de las Naciones unidas, poniendo así termino a la
guerra , y con el propósito de que por fin se lleve a cabo la
celebración de un referéndum. El anterior rey de
Marruecos, Hassan II, se comprometió con la celebración
de un referéndum en 1981, pero cuando este murió en 1999,
el nuevo rey, Mohamed VI, abandono ese compromiso. En 2007,
Marruecos propuso una solución final al conflicto basada en una
autonomía en el Sahara Occidental bajo soberanía
marroquí , mientras que el Frente POLISARIO presento una serie
de propuestas conciliatorias para permitir el referéndum. Cuatro
rondas de negociaciones, en 2007 y 2008, no han aportado
ningún progreso hacia la solución. A principios de 2009,
un nuevo Enviado Personal para el Sahara Occidental, el antiguo
embajador Christopher Ross, hizo su primera gira en el norte africano.
Hará un informe al Secretario general a finales de abril.
SOBERANIA CONTRA AUTODETERMINACION O
SOBERANIA Y AUTODETERMINACION ?
El informe de Potomac-SAIS da por hecho que la administración
Obama prestaría mayor interés en el Norte de
África. La primera razón de ello es evidente: el
terrorismo. Los limites de la región del noreste africano,
especialmente la zona Sahelo-Sahariana, según el informe, hace
frente a graves desafíos de seguridad. Una de las mejores formas
de lograr la seguridad en el Norte de África consiste en la
ayuda a crear las condiciones para una cooperación regional. Y
de este modo resolviendo el conflicto del Sahara Occidental que
es la clave, el cual impide la cooperación inter-regional, en
especial entre Marruecos y Argelia.
El informe de Potomac-SAIS apoya una solución del conflicto del
Sahara Occidental basada en la “autonomía bajo soberanía
marroquí”, tal y como fue propuesta por Marruecos en 2007.
Existen dos razones avanzadas por el informe para apoyar la iniciativa
marroquí. Una de estas razones que alega es que la propuesta
marroquí “ es la única propuesta en la actualidad para un
compromiso”( un rechazo partidario de la propuesta de ofrecimiento
hecha por el Frente POLISARIO en 2007): Dos, si se aplica dicha
iniciativa, podría desembarazar a Marruecos y Argelia de uno de
los mayores puntos de conflicto, allanando así el terreno para
la renovación de la integración económica de la
Unión del Magreb Árabe (UMA). Este último punto
será tratado ulteriormente.
El informe de Potomac-SAIS señala también algunas
cautelosas razones para apoyar la iniciativa marroquí de
autonomía. Un Sahara Occidental independiente
“probablemente permanecerá siendo una fuente de acrimonia y de
tensión entre Marruecos y Argelia, y también para los
países limítrofes”. Además, el informe alega que
el Sahara Occidental no constituiría un viable estado
independiente sobre la base de su escasa población y sus
limitados recursos naturales. Mientras que los autores del informe se
muestran pesimistas respecto a una posible solución a corto
plazo debido a la obstrucción de Argelia y de Rusia, los autores
pretenden que el apoyo de los Estados Unidos a la propuesta de
autonomía marroquí puede ayudar a conseguir un nuevo
consenso para lograr la paz.
Como se puede ver, los mejores argumentos a favor de la propuesta de
autonomía marroquí son, de hecho, simples argumentos en
contra de la autodeterminación del Sahara Occidental. Decir que
la autonomía es buena solución porque la independencia es
mala no solo es falso, esta formulación persigue postular una
falsa oposición entre autodeterminación y poder
compartido que puede preventivamente ofuscar la imaginación de
los mediadores. Las tres décadas de impasse en el Sahara
Occidental demostró que los mediadores necesitan sobrepasar la
vieja dicotomía de soberanía contra
autodeterminación.
Sugerir que un Sahara Occidental independiente se convertiría en
un Estado fracasado o en un santuario del terrorismo seria recurrir al
estilo de Bush, instrumentalizando el temor, lo cual no ayuda a acercar
las dos partes en la mesa de negociaciones para que este conflicto
tenga solución… Diabolizar y alienar a una de las partes
en conflicto (en este caso el Frente POLISARIO) no solo no es una
receta para instaurar la confianza y respeto mutuo, sino una receta
para mayor estancamiento. Es sorprendente que un experto en la
solución de conflictos como Chester Crocker haya consignado su
valioso nombre en estas contraproducentes y altamente partidarias
proposiciones.
Los temores occidentales de un fracasado Estado en el Sahara occidental
se pueden fácilmente disipar si el enfoque del proceso de paz se
desvía hacia elevadas especulación, hacia resultados
distantes. Es su lugar, el enfoque debe basarse en realismo, en un
exitoso proceso en el aquí y ahora. Mucho tiempo se ha
desperdiciado en el Sahara Occidental en la búsqueda de una
solución al estatuto final, y no el suficiente tiempo dedicado a
la búsqueda de un marco para las negociaciones que pueda llevar
a las partes a la mesa de negociaciones logrando sustantivas
negociaciones que ofrezcan a las partes la oportunidad de sobrepasar
sus ambas líneas rojas: soberanía e independencia.
Eligiendo a una de las partes en este marco- la soberanía
marroquí- no haría de los Estados Unidos un honesto
intermediario; solo se lograría exacerbar aun mas el status quo
que el informe de Potomac-SAIS considera intolerable. El informe no
solo se contradice tanto con sus `propios objetivos sino que
también es como lo es partidista.
El presente mandato de las Naciones unidas para el Sahara Occidental
persigue “lograr un justo, definitivo y mutuamente aceptable
solución política, que provea la autodeterminación
del pueblo del Sahara Occidental”. Un enfoque imparcial requiere
simplemente que las partes se comprometan con este mandato. El frente
POLISARIO debería comprometerse a negociar un acuerdo sobre
un poder compartido con Marruecos y Marruecos debe comprometerse
a pasar cualquier acuerdo sobre un referéndum que incluya la
opción de independencia. La propuesta de autonomía
marroquí constituye ciertamente un serio y creíble punto
de partida para las negociaciones hacia un comprensivo acuerdo sobre un
poder compartido, sin embargo, no debería nunca discutir
sobre la autonomía de manera abierta sin antes obtener las
garantías del Consejo de seguridad de que Marruecos se
compromete a un referéndum.
ARGELIA Y LA AUTONOMIA
El informe de Potomac- SAIS describe el conflicto del Sahara Occidental
como una disputa ante todo entre los intereses de Argelia y de
Marruecos, y no como la describe las Naciones unidas quien
señala claramente que las partes en conflicto son Marruecos, que
de facto administra el territorio, y el pueblo del Sahara occidental
representado por el Frente POLISARIO. El informe intenta establecer
algunas dudas a cerca de la credibilidad del Frente POLISARIO, no solo
como socio para la paz, sino también como representante legitimo
del Sahara Occidental. Visto esto, uno necesita solo responder a esta
pregunta: si el Polisario no representa los intereses del pueblo del
Sahara Occidental, entonces porque Marruecos siente tanto miedo a la
celebración de un referéndum de
autodeterminación?. Marruecos pretende gozar de un amplio apoyo
entre la población saharaui para su anexión forzosa, sin
embargo Marruecos no quiere someter este apoyo a votación. Un
referéndum, no una autonomía, podría poner fin al
conflicto mañana mismo si la comunidad internacional se lo
propone.
El problema es que Marruecos podría no ganar el
referéndum, y por ello mismo el quiere que el Consejo de
seguridad imponga la autonomía como máximo
parámetro para las negociaciones en la que solo habría
como base: o lo tomas, o lo dejas.
Mas que al POLISARIO, el informe de Potomac- SAIS trata de hacer de
Argelia el malo del conflicto , una opinión esta constante para
Marruecos y en los conocimientos del señor Zartman. Argelia
nunca se ha visto seriamente involucrada en el conflicto después
de la invasión marroquí del Sahara Occidental a finales
de 1975. Esto tuvo lugar seis años después de la
creación del movimiento independista saharaui y cerca de diez
años después de que las Naciones unidas aclaman a la
independencia del Sahara occidental de Madrid. Para el punto de vista
de Argelia, la seguridad de sus intereses le dicta que es preciso atar
corto al agresivo irredentismo que históricamente mostro
Marruecos. Para adoptar una lectura Marroquí del conflicto, como
hace el informe de Potomac-SAIS, produce un análisis pobre y
empobrece la objetividad diplomática.
Incluso si asumimos, como hace el informe Potomac-SAIS, que Argelia
tiene una vela en el entierro, ¿como es que los intereses de
Argelia se verían satisfechos con una autonomía para el
Sahara occidental ?. Los intereses estratégicos y regionales de
Argelia no están considerados en la propuesta marroquí de
autonomía, ni se le ofrece a Argelia la posibilidad de salvar
las apariencias tras el largo apoyo argelino al derecho de los
saharauis a votar por la independencia. Sin recurrir primero a una
sanción internacional del acto de autodeterminación, una
autonomía en el Sahara occidental podría, como es
lógico, como mucho convertirse en una “fuente de acrimonia y
tensión entre Marruecos y Argelia”
Los políticos e intelectuales que defienden la propuesta
marroquí de autonomía pregonan continuamente las virtudes
de esta como una solución de suma cero o de ambos ganadores.
Porque es un compromiso, argumentan ellos, contiene incentivos para
facilitar la paz. Para el punto de vista argelino ( como lo describe el
informe Potomac-SAIS), la autonomía es ya una suma cero, con el
resultado de un ganador-perdedor. Si realmente Argelia es tan
importante en el bloqueo del conflicto saharaui, como sugiere el
informe Potomac-SAIS, porque entonces apoyar esa solución que no
respetaría los intereses de Argelia sino que por el contrario
los desafía descaradamente? Las experiencias sobre el terreno
del señor Zartman en la solución de conflictos que
su propia teoría se contradicen con la solución que el
señor propugna para el conflicto saharaui.
Es asimismo curioso pretender que por un lado Argelia este interesada
en un Sahara Occidental independiente, y al mismo tiempo pretender que
Argelia toleraría que un Sahara Occidental independiente pueda
convertirse en un Estado fallido. ¿ Para que sirve que Argelia
haya apoyado durante mas de tres décadas la causa del POLISARIO,
únicamente para ver como el Sahara Occidental se convierta
en una “Somalia en la costa Atlántica del Norte de
África “?.
Seamos claros: Evitar un Estado fallido en el Sahara Occidental esta en
el interés de todos. Marruecos y los Estados Unidos no pueden
tener el monopolio de esta preocupación. Si realmente hay
alguien que verdaderamente tiene un interés en un Sahara
Occidental viable, este es, primero y mas que nadie, el pueblo
saharaui, seguido por Argelia quien ha sostenido siempre la causa
saharaui.. Mauritania, que comparte con el Sahara Occidental una larga
frontera y ha vivido en carne propia los efectos de la inestabilidad
política, esta mas interesada que Marruecos por la estabilidad
en la región.
Pretender que Argelia es tan cínicamente motivada como para ver
el Sahara Occidental solo como un objetivo para desestabilizar a
Marruecos – en su actual situación caótica de
ocupación o en una posible forma de Estado fallido- no es
justificado en el informe. No solo Argelia tuvo, desgraciadamente, mas
experiencia directa con la inestabilidad política y con la
violencia armada que Marruecos, fue intensamente involucrada en los
recientes esfuerzos para circunscribir la inestabilidad en la
zona norte de Níger y de Mali, en la región sureña
del Sahara argelino. Además, Argelia ofreció a los
Estados Unidos significativa cooperación en los últimos
años tras el 11 de septiembre. Y las relaciones entre los dos
países solo conocieron cierto enfriamiento cuando la
administración Bush traiciono a Argelia en el conflicto
Saharaui. A principios de 2003, la Casa Blanca solicito a Argelia para
que esta presionara al Frente POLISARIO para que este acepte el plan
propuesto en 2003, plan concebido por el mismo James Baker. Bush
prometió a Argelia que Washington presionaría a Marruecos
para que este acepte dicho plan. Mientras que Argelia cumplió su
palabra, Washington rechazo presionar a Marruecos para que este acepte
el plan en cuestión. Posteriormente la administración
Bush pasó a apoyar la iniciativa marroquí de
autonomía, la cual muestra una clara falta de respeto por los
intereses de Argelia y por su dignidad.
Argelia y el Frente POLISARIO son bien conscientes del temor
occidental a un Estado fallido en un Sahara Occidental independiente,
el cual se convertiría en un santuario para los grupos
terroristas transnacionales. Por esta razón, el Frente POLISARIO
presento su propia proposición en abril de 2007, al mismo tiempo
en que Marruecos deposito su propuesta de autonomía sobre la
mesa. El Frente POLISARIO ofreció a Marruecos significativas
garantías económicas, políticas y de seguridad en
el caso en que el referéndum desemboque en la independencia.
Estas garantías incluyen la opción de permitir a los
colonos marroquíes permanecer en el territorio del Sahara
Occidental. En el 2003, el Frente POLISARIO hizo significativas
concesiones al aceptar permitir a los colonos marroquies participar en
el referéndum sobre la independencia. El Frente POLISARIO acepto
también incluir la propuesta marroquí de autonomía
de 2007 en cualquier referéndum que se celebre y en que este
incluida la opción de la independencia. Ni Marruecos ni los que
lo apoyan han intentado nunca explicar porque esta solución
democrática del referéndum no es viable. Los
líderes del POLISARIO saben a ciencia cierta que el hecho de que
la cooperación regional con Mauritania, con Marruecos y con
Argelia será una necesidad para una paz sostenida, para la
seguridad y la prosperidad. Como se indica en el informe de
Potomac-SAIS, estos hablan del día en que el Magreb Árabe
haría desaparecer las viejas fronteras heredadas de la
época del colonialismo, y se lograra así la Unión
del Norte de África.
Consciente o inconscientemente, o por deliberado artilugio, el informe
de Potomac- SAIS subestima la viabilidad
económica del Sahara Occidental. Como futuro Estado
independiente, el POLISARIO acepto permitir la permanencia de la
población de colonos marroquíes, la cual hará
crecer más la población y creara vínculos y lazos
naturales, sociales, económicos y políticos con
Marruecos. Los principales recursos del territorio, esto es, los
fosfatos y la pesca son valiosos productos en el mercado mundial. El
ultimo verano se vio que los precios de los fosfatos se multiplicaron
por seis por encima de su precio histórico. Además, desde
2001, Marruecos involucro a varias compañías extranjeras
en la prospección de hidrocarburos y en la exploración de
los recursos minerales en el Sahara Occidental, lo cual indica que
existen otros ingresos de recursos para un Sahara independiente. En
términos de seguridad, el Frente POLISARIO ha mostrado mucha
cooperación con la Misión de las Naciones unidas, con
gobiernos extranjeros, y como país miembro de la Unión
Africana, ha participado en maniobras conjuntas de seguridad con otros
países del continente africano.
¿CUAL ES LA VIA A SEGUIR?
Al contrario de lo que dice Marruecos y quienes lo apoyan, no existe
ninguna contradicción en que el Consejo de seguridad adopte una
solida postura a favor tanto de un poder compartido como a favor
de la autodeterminación. Con independencia de que se respalde un
específico marco para las negociaciones basadas en el respeto
mutuo a cada una de las partes. Además, recientes resoluciones
del Consejo de seguridad han señalado en su llamamiento para que
se logre una solución política que respete el derecho a
la autodeterminación en el Sahara Occidental. El Consejo tiene
que dejar esto claro para las partes. Para Marruecos, el Consejo de
seguridad tiene que decirle de manera enérgica que su
pretensión de que nunca se le reconocerá la legitimidad
sobre el Sahara Occidental a menos que previamente se celebre el
referéndum. Al frente POLISARIO el Consejo de seguridad debe
decirle claramente que nunca obtendrá su referéndum a
menos que acepte discutir sobre la posibilidad de un poder compartido
con Marruecos. Las negociaciones substanciales deben ser vistas como un
objetivo, no como resultado de la autodeterminación. Este
enfoque tiene la ventaja de reunir los intereses de Marruecos, del
frente POLISARIO, y de Argelia sin prejuicio ni ventajas. La paz en el
Sahara Occidental no se lograra nunca mientras las partes no crean la
confianza necesaria el uno en el otro y en el Consejo de seguridad.
Esa confianza y respeto deben ser instaurados en la mesa de
negociaciones, no a través de soluciones impuestas. La
administración Obama debe elegir la opción de la paz y no
la de partidario.
Notas.
1. En un articulo reciente, Zartman consideraba las
dos “partes interesadas” como Marruecos y Argelia. Ver Zartman,
I.W.,2007, Es hora de dar solución al conflicto del Sahara
Occidental. Middle East Policy, 14, p.181.
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